Barranco del Cavadero

Barranco del Cavadero y los grabados rupéstres.

Barranco del Cavadero

Barranco del Cavadero

El Barranco del Cavadero, se encuentra situado en el término municipal de La Oliva, en la parte nororiental de Fuerteventura. En su nacimiento y a lo largo de su curso predominan depósitos aluviales del cuaternario y formaciones basálticas formadas por lavas de la Serie III, pertenecientes al Pleistoceno.

Fue un punto de gran importancia para la población aborigen de la isla, que basaba su economía en la ganadería. Por su cauce fluyó gran cantidad de agua en épocas pasadas, como demuestran sus paredes, de formación columnar de basalto de coloración gris azulada, muy erosionadas por el agua y que presentan un intenso pulido debido al fuerte caudal al que fueron sometidas en el pasado.

Los primeros habitantes de Fuerteventura utilizaron este barranco durante siglos como lugar de aprovisionamiento de agua. Después de la conquista se continuó con el pastoreo siguiendo las mismas pautas aborígenes para el mantenimiento y cuidado del ganado, por esta razón, en los terrenos colindantes al barranco se encuentran corrales y socos desde donde los pastores vigilaban a los rebaños resguardados del mal tiempo, mientras que se entretenían jugando a diferentes juegos que hay grabados sobre las piedras en el interior de algunos de estos socos.

Cuenta la leyenda que en este barranco y, concretamente, en el lugar conocido como Peña Azul la Virgen iba a lavar la ropa y dejó grabada la huella de su pie en la roca.

En la década de los ochenta del siglo pasado, el grupo redactor del Avance de la Carta Arqueológica de Fuerteventura  descubrió unos grabados sobre bloques basálticos, situados en las paredes del cauce del barranco, que constituyen uno de los conjuntos rupestres más espectaculares de Fuerteventura, tanto por el lugar donde se ubican como por los motivos representados: alfabéticos y geométricos. Según los investigadores, estas manifestaciones culturales pertenecen a la sociedad de los mahos.

La mayoría de los investigadores relacionan las estaciones de grabados rupestres con el mundo de las creencias y prácticas mágico-religiosas, las estaciones de grabados rupestres de Fuerteventura obedecen a una motivación concreta, relacionada, sobre todo, con las concepciones religiosas de la población prehistórica de la isla, con una finalidad propiciatoria para controlar los procesos naturales.

En la temática de estos grabados destacan los motivos geométricos, muy abundantes y repartidos por toda la geografía insular, otro grupo de grabados son los podomorfos que se encuentra en la Montaña de Tindaya, y un último grupo que constituyen las inscripciones alfabéticas como las descubiertas en el Barranco del Cavadero.

La presencia de yacimientos rupestres con escritura, tanto en Fuerteventura como en Lanzarote, plantea, según los investigadores, la existencia de al menos dos alfabetos coetáneos, el líbico-beréber y el líbico-canario, de los que aun se ignoran muchos extremos, aunque ya se conocen otros. Las inscripciones líbico-bereberes ocupan un puesto excepcional entre los grabados canarios, porque están presentes en todas las islas.

Lanzarote y Fuerteventura, albergan el alfabeto líbico-canario, exclusivo a nivel mundial de estas dos islas. El alfabeto líbico-canario se reconoce como escritura fácilmente, son líneas, los caracteres son repetitivos y posee todas las características para clasificarlo como escritura.

La singularidad y novedad de este alfabeto ha posibilitado una interesante discusión científica sobre su adscripción cultural. Por ello, y hasta que no se clarifiquen las posturas de los especialistas, Antonio Tejera ha optado por denominar estas inscripciones como líbico-canarias aludiendo al área geocultural en donde aparecen. El término líbico —referido a la denominación antigua de lo africano— lo emplea Tejera Gaspar con un valor geográfico de la misma forma que lo hace cuando emplea la designación canaria.

La arqueóloga María Perera Betancort y el profesor Antonio Tejera Gaspar han puesto de relieve la coexistencia de ambos alfabetos empleándose, ocasionalmente, en una misma línea escrituraria. Existen textos que empiezan a escribirse con signos líbicos canarios para continuar con líbico bereber. “Todas las islas tienen esa escritura que está documentada en el norte de África y el Sahara”, señala Perera, “Pero los vestigios encontrados en Lanzarote y Fuerteventura, no los hay en otra parte del mundo y son los más numerosos”.

Los signos escriturarios del alfabeto de Fuerteventura aparecen escritos, mayormente, en posición horizontal y no en posición vertical (exceptuando la inscripción vertical de El Cavadero), como es frecuente en los alfabetos de tipo líbico-bereber de las islas y del continente africano. Aunque aún es pronto para definir el sentido de esta escritura y si fue escrita para ser leída de derecha a izquierda o de izquierda a derecha.

La grafía líbico–canaria se realiza, casi exclusivamente, con técnica incisa, y sólo en el caso del Barranco del Cavadero se han grabado haciendo uso de piqueteado continuo. Los investigadores consideran este yacimiento como un yacimiento exclusivo por la cantidad de evidencias rupestres que se constatan. No se conoce, en la actualidad, otro barranco, en ninguna de estas dos islas, en el que aparezca una frecuencia tan significativa de caracteres escriturarios.
El Barranco del Cavadero fue declarado Bien de Interés Cultural, con categoría de Zona Arqueológica por el DECRETO 75/2008, de 8 de abril.

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