Uno de los elementos climáticos que más caracterizan a Fuerteventura son los vientos que soplan constantes en la isla. Estos vientos son los alisios y desempeñan un papel destacado como componente climático de la Maxorata. Hoy nos acercamos a ellos.
Canarias se beneficia de la protección proporcionada por el Anticiclón de las Azores, que gira en el sentido de las agujas del reloj. Los vientos generados en el flanco oriental de este anticiclón son los conocidos como vientos alisios. Recorren su trayecto sobre las aguas oceánicas. Estos vientos que soplan de manera ininterrumpida, provienen de las zonas polares y se dirigen hacia las zonas ecuatoriales. Llegan desviados desde el noreste debido a la rotación de la Tierra.
Los alisios, al mantener un contacto invariable con las aguas frías de la corriente de Canarias, aportan frescura y humedad a la superficie. Este efecto beneficioso se combina con su velocidad moderada, oscilando entre los 20 y 25 km/h. Su dirección es inalterable, siempre desde el Este-Noreste. En verano, estos vientos son prácticamente persistentes, mientras que en invierno se distribuyen de manera más equitativa.
Cuando el anticiclón de las Azores se debilita y se mueve hacia el noroeste, en dirección opuesta a las islas, se abre paso hacia ellas una masa de aire seco y cálido proveniente del desierto del Sáhara. Esto se traduce en un clima más caluroso durante el verano, una disminución repentina de la humedad en el aire y la presencia de partículas de polvo que enturbian la atmósfera.
Cuando la distancia entre el anticiclón y Canarias es más corta, la fuerza de los vientos alisios disminuye. En invierno, estos vientos llevan menos humedad ya que han recorrido distancias más cortas sobre el océano. En los meses de verano y otoño, cuando el anticiclón se desplaza hacia el norte, la influencia de los alisios es más fuerte, aumentando la velocidad del viento y generando nubes cargadas de humedad. Este cambio estacional también contribuye a la variabilidad del clima en las islas.
Los vientos fuertes que soplan durante el estío ayudan a mantener la temperatura de la tierra en niveles moderados, evitando que se vuelva insoportablemente caliente. Estos vientos también impiden que el aire se vuelva irrespirable al proporcionar una ventilación constante.
La importancia de los vientos Alisios en la navegación
Los vientos alisios han desempeñado un papel crucial en la historia de la navegación marítima, especialmente durante los siglos XV y XVI. Estos vientos, con su dirección persistente y fuerza moderada, permitieron a los barcos de vela de esa época atravesar el vasto Océano Atlántico, convirtiendo a Canarias en un punto estratégico de parada para todas las embarcaciones que se aventuraban a cruzar este inmenso charco.
Antiguamente, los marinos se beneficiaban de la previsibilidad de los alisios, planificando sus rutas de navegación en función de estos vientos confiables. Esta característica única de los alisios les valió el apodo de tradewinds o “vientos del comercio“, ya que facilitaban el comercio marítimo y las exploraciones transoceánicas.
La dirección constante de los alisios desde el noreste proporcionaba a los navegantes una ruta relativamente directa hacia el oeste en sus travesías atlánticas. Esta ventaja hizo posible la conexión regular entre Europa, África y América, marcando una era de intercambio cultural, comercial y exploración sin precedentes.
Canarias, con su ubicación estratégica en medio del océano, se convirtió en un punto de parada crucial. Aquí, los navegantes se reabastecían de suministros, realizaban reparaciones y ajustaban sus rutas según las condiciones del viento. La influencia de los alisios en esta región no solo facilitó la travesía transatlántica, sino que también consolidó a Canarias como un punto nodal en la red de rutas marítimas.
Sin embargo, surge la pregunta: ¿Cómo regresaban estos intrépidos navegantes? La respuesta es ingeniosa. Dado que resultaba casi imposible navegar contra los vientos alisios, los marineros optaban por una ruta alternativa, desplazándose un poco más al norte, donde predominaban los vientos del oeste. Estos vientos permitían a las embarcaciones regresar a sus destinos originales en Europa o África, cerrando así el ciclo de sus travesías transoceánicas.
¿Por qué el viento sopla más fuerte en unas zonas que en otras de la isla?
¿Alguna vez te has preguntado por qué el viento sopla más fuerte en ciertas zonas de Fuerteventura que en otras? Este fenómeno tiene sus raíces en la geografía única del archipiélago Canario y sus efectos en el curso del viento.
A grandes rasgos, podríamos pensar que el viento sopla de manera tenaz, pero su ruta se ve obstaculizada por las islas que conforman el archipiélago Canario. Estas islas actúan como barreras en el camino del viento, y como el viento no puede atravesar directamente estos obstáculos, se ve obligado a rodearlos por los laterales. Esta desviación crea un fenómeno interesante: un aumento significativo en el “caudal” de aire, que actúa de manera similar a un embudo en ciertas partes de la isla.
Uno de los lugares donde este efecto se hace particularmente evidente es en la Degollada de Ovejas, ubicada justo en el camino que desciende hacia la playa de Cofete. Aquí, el viento parece intensificarse debido a la topografía del terreno y la interacción única entre el viento y las formaciones geográficas circundantes.
Además de la topografía, otros factores como la altitud, la presión atmosférica y la temperatura también juegan un papel importante en la variabilidad del viento. Las corrientes de aire pueden acelerarse o desacelerarse en función de la interacción compleja de estos elementos meteorológicos.
Es fundamental destacar que este fenómeno no solo es único de Fuerteventura, sino que es una característica común en muchas islas montañosas. La interacción entre el viento y la topografía crea patrones climáticos locales fascinantes y únicos.
¿Cuándo hace menos viento en Fuerteventura?
En los meses de septiembre, octubre e incluso noviembre los vientos alisios, que caracterizan la isla, alcanzan su menor intensidad, rondando los 15-20 km/h. Además, durante estos meses, el mar exhibe su temperatura más cálida, alcanzando unos agradables 22-23 °C. Esta combinación de vientos suaves y aguas cálidas hace de esta época la ideal para disfrutar de Fuerteventura sin las ráfagas características de otras estaciones.
Sin embargo, la influencia del viento en la isla se mantiene bastante tolerable hasta finales de mayo, cuando el viento no alcanza intensidades extremas y se puede disfrutar plenamente de las maravillas de Fuerteventura. Esta particularidad ha posicionado a la isla como uno de los destinos turísticos más atractivos durante los meses de invierno.
¿Cuándo hace más viento en Fuerteventura?
Desde junio a septiembre y coincidiendo con las vacaciones estivales es cuando más sopla el viento por estos lares. Durante este período, el Anticiclón de las Azores se encuentra más cercano a la península, generando condiciones más ventosas en la isla.
Julio destaca como el mes con la mayor intensidad de vientos, marcando la temporada en la que se llevan a cabo las pruebas del campeonato del mundo de kitesurf y windsurf en las playas de La Barca y Sotavento. Este es el momento perfecto para los amantes de los deportes acuáticos que buscan desafiar las ráfagas vigorosas de viento en el escenario espectacular de Fuerteventura.
