
El hallazgo de recientes yacimientos arqueológicos en Fuerteventura (entre ellos el de Solana del Cuchillete, el taller de púrpura romano del islote de Lobos), la reapertura de las campañas arqueológicas en la Cueva de Villaverde, la inauguración del nuevo Museo Arqueológico de Fuerteventura o el lavado de cara del Poblado de la Atalayita han despertado, de un tiempo a esta parte, el interés por el mundo maho en Fuerteventura.
Los mahos eran los antiguos pobladores de Fuerteventura y Lanzarote. Hoy os mostramos unas pinceladas para entender, un poco mejor su historia.
¿Cuándo llegaron los mahos a Fuerteventura?
Antes de contestar haremos un inciso sobre la datación protohistórica de ciertos yacimientos de Canarias.
Debido a la controversia que supone la datación por C14, para averiguar la cronología de un yacimiento, desde hace unos años, se tiende a utilizar el método conocido como datación absoluta por termoluminiscencia, que, además, es muy interesante a la hora de trabajar con cerámicas.
Pues bien, hay yacimientos arqueológicos en Canarias que datan de hace 3000 años.
Todas estas dataciones están en sintonía con lo que se conoce desde hace siglos, y corroboran que las islas fueron pobladas mucho antes de lo que se pensaba. Los navegantes tartesios fueron los primeros en descubrir las islas, visitándolas con asiduidad. Después llegaron los fenicios, romanos y mucho más tarde los europeos.
Esto significa que ¿Canarias y Fuerteventura se poblaran en el siglo X antes de nuestra era? Pues más bien no. Los investigadores abogan porque, la mayoría de los yacimientos datados antes del siglo I de nuestra era, fueron pequeñas colonias temporales.
La romanización de Mauritania allá por el siglo I d.C. llevó aparejada la expansión del imperio romano hacia las costas Canarias. Los romanos implantaron industrias y pesquerías en diversas islas del archipiélago. En el islote de Lobos instalaron un taller para la extracción de púrpura getúlica, descubierto en 2012.

Se considera que, sobre esas fechas, es cuando se colonizaron casi todas las islas del archipiélago de manera continua, estable y permanente.
¿De dónde llegaron los mahos?
Los mahos llegaron en varias etapas. Procedían de las costas norte africanas principalmente. Todavía, los investigadores no se ponen de acuerdo si vinieron de forma voluntaria o forzosa, ni que tribus arriaron a las costas de majoreras.
Para unos historiadores fueron los Maxies, para otros los Mauros e incluso los Baniures. Lo más probable es que coexistieran, a lo largo de los siglos, gétulos procedentes de diversas zonas del norte de África.
¿Dónde vivían los mahos?

Los mahos, en Fuerteventura, se dedicaban fundamentalmente a la ganadería caprina y, en menor medida, al cultivo del cereal. Para su sustento también recolectaban moluscos y pescaban en los charcos de la zona intermareal.
Así que, los asentamientos más importantes, en Fuerteventura, los encontraremos relativamente próximos a la costa, cercanos a manaderos de agua y con buenos pastos.
¿Cómo eran las casas de los mahos?
Los mahos se adaptaron a las difíciles condiciones de vida de Fuerteventura. Su arquitectura es diversa. Nos legaron casas construidas de piedra seca, casas hondas, cuevas acondicionadas para vivienda y construcciones ganaderas (gambuesas, toriles, goros y corrales).

Sus construcciones se realizaban sin argamasa.
En las casas hondas, las viviendas quedan semienterradas. El piso interior se halla más bajo que la rasante exterior, de modo que para su acceso se emplean rampas o escalinatas de uno o varios peldaños. Esta tipología constructiva es la predominante en el Poblado de la Atalayita. Las casas hondas aportaban además de solidez, una buena temperatura interior, y permitían resguardarse del viento constante que azota la isla.

Los techos de las casas hondas están formados por falsas bóvedas, elaboradas por la aproximación de sucesivas hiladas de piedras grandes y planas. Los huecos entre las piedras se rellenan con otras más pequeñas que, además, ayudan a impermeabilizar el habitáculo.
¿Qué lengua hablaban los mahos?
Los cronistas-historiadores del siglo XV, como Alonso de Espinosa, Leonardo Torriani o Juan Abreu Galindo, que tuvieron contacto directo con los aborígenes canarios, explicaron que hablaban lenguas del grupo lingüístico beréber.

Abreu Galindo escribió:
También me da a entender hayan venido de África, ver los muchos vocablos en que se encuentran los naturales destas islas con las tres naciones que había en aquellas partes africanas, (…)
Ahora bien, había variantes dialectales entre islas. Esto se puede deber tanto a la etnia de origen como al aislamiento insular.
Recordemos que desde la caída del Imperio Romano, siglo IV de nuestra era, Canarias sufrió un aislamiento forzoso. Ya no era un lugar de interés para la explotación comercial.
¿Cuál era la escritura de los mahos?
Se han encontrado dos alfabetos diferentes en Fuerteventura: El líbico bereber que se escribe en vertical y el líbico canario, que, por lo general, se desarrolla de manera horizontal.

Utilizaron, para ello, diversos soportes, aunque los que han pervivido hasta nuestros días han sido los escritos con trazos incisos sobre las rocas.
El alfabeto utilizado en Fuerteventura tiene puntos en común con el que se escribía en el norte de África, en torno al siglo I de nuestra era. Los investigadores sugieren que los primeros pobladores de las islas orientales pertenecían a tribus beréberes más o menos romanizadas, conocedoras de una lengua y escritura latina rudimentaria.
Al igual que ocurre con la lengua, la escritura de los mahos era diferente a la de otras islas.

¿Qué significa majo o majorero?
Todos conocemos que el gentilicio de Fuerteventura es majorero. Este hace referencia a los mahos o majos.
En un principio para designar tanto a los aborígenes de Fuerteventura como a los de Lanzarote se utilizaba la palabra maho, majo, y por su derivación majorero.
Los aborígenes de estas dos islas se denominaban así mismo como “majos”.
En el siglo XVI a los de Fuerteventura se los llamó los Mahoratas. Pero esta designación haría referencia solo a los de la Maxorata. Recordemos que la isla, en el momento de la conquista, estaba dividida en dos: La Maxorata (de la Pared a Corralejo) y Jandía.
El problema de no hallarse una grafía y una certeza sobre el origen de “maho” ha propiciado un sinfín de teorías. Mientras que para unos historiadores, mahoh, es una derivación bereber de la palabra “Amazig”=“Hijos de Magec”, o “Hijos del Sol”, para otros lingüistas significa “de la tierra”, “mi país”, o incluso, puede hacer referencia a su tribu de origen: los Maxies, o los Mauros
También podría provenir de maxios = “gente de tiempos antiguos”
Aunque Wölfel defendió que la palabra maho significaba “envoltura de piel para el pie”, haciendo relación al calzado, esta teoría no tiene ningún fundamento y se ha descartado totalmente.