Pajeros en el campo de Fuerteventura

Pajeros majoreros

Pajero en Fuerteventura

Pajero en Fuerteventura

Hoy en día aun pueden encontrarse en los campos de la isla, próximos a las casas rurales, los tradicionales pajeros destinados a conservar la paja y los granos.

La economía majorera se fundamentó durante mucho tiempo en la ganadería y en una agricultura cerealista de secano que dependía por completo de las escasas lluvias que caían en la isla.

Las casas campesinas tradicionales, en su mayoría fueron modestísimas construcciones de dos o tres habitaciones, de una planta, forma rectangular y pocos huecos.

Casi siempre con techo a dos aguas. Además de las dependencias propias de la vivienda, disponían de otras estructuras adosadas o próximas que se destinaban a diferentes usos.

Hasta las casas más humildes disponían al menos de un aljibe de agua, propio o compartido con otros vecinos; un horno, de piedra y barro, exterior a la vivienda y normalmente adosado; gañanías, para guardar los animales de carga; corrales, para guardar el ganado;  pajeros para almacenar la paja y los cereales. Algunas poseían también eras para trillar cereales, fundamentalmente trigo y cebada.

Los pajeros constituyen una forma muy curiosa de conservar el grano en las islas de Fuerteventura y Lanzarote. Se construyen a la intemperie, poniendo una base de paja en el suelo que se va apilando en torno a un palo central hasta alcanzar unos metros de altura. Se les da forma de tronco de cono y se recubren en su parte superior de una capa de barro que los protege de la humedad, de la lluvia y del viento. La paja de cebada, utilizada para hacer los pajeros era transportada por los camellos en angarillas desde la era.

El cereal recogido, se guardaba dentro de los pajeros, para evitar su pérdida por la aparición del gorgojo, la plaga más destructora y dañina del grano de Fuerteventura.

Este insecto se reproduce con más facilidad en temperaturas cálidas y ambientes húmedos, por esa razón todas las casas campesinas poseían su «cercado de pajeros».

En las épocas de escasez que sufrió Fuerteventura el Cabildo acudió en casos extremos a la incautación del trigo existente en los pajeros de las casas campesinas.

Legajo 4, f. 256, 22 Marzo 1676. Villa de Betancuria.Por la falta que hay de pan acordaron que el día 26 el Alcalde Mayor y Sebastián de Betancor vayan a las Majadillas, a casa de Sebastián de León para reconocer el trigo que tiene en su pajero, quitándosele lo necesario para el abasto público. Lo mismo harán Miguel Cabrera y Baltasar Cabrera en la vega de Abajo y Time, para socorrer a los vecinos imposibilitados.

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