Las apañadas en Fuerteventura

Las apañadas de Fuerteventura

Las apañadas en Fuerteventura

Las apañadas en Fuerteventura

 

Las apañadas son una de las tradiciones ganaderas más antiguas de Fuerteventura, se realizaban ya en épocas prehispánicas, y se han mantenido hasta la actualidad.

En una apañada se reune al ganado de costa, que es aquel ganado que pasta libremente en estado semisalvaje. Las apañadas se pueden realizar por diferentes motivos:  comprobar el estado del ganado, capar a los machos jóvenes y escoger a algunos para su consumo, ahijar y marcar a las crías, repartiendo a cada ganadero las que le corresponden.

En las apañadas intervienen varios pastores que, junto con sus perros Bardinos Majoreros, conducen al ganado hacia un recinto cerrado de piedra llamado “Gambuesa“. En la gambuesa los baifos con hambre se acercan a mamar de sus madres, esto es lo que se conoce como ajijarse, una vez identificada la madre se marca a la cría según la marca que tenga la madre.

Las marcas son otros de los elementos de la cultura pastoril del pueblo majorero, que se han transmitido, de generación en generación, desde la época aborigen hasta la actualidad. Se suelen hacer en determinadas partes del cuerpo del animal, las orejas, o la nariz. Las marcas están registradas por sus propietarios, se heredan de padres a hijos o incluso se venden. La marca original la heredaba el mayor de los hijos, el resto de los hijos añadía detalles, que llamaban “diferencias”, sobre la marca original con distintos cortes.

En los Ayuntamientos se conservan los libros con los registros de las marcas, entre las que encontramos: Agusá, Bocao, Bujero, Bujero Rompío, Chichofe, Cuchillá, Espuntá, Garabato, Hoja de higuera, Jandía,  Jarpa, Jiga, Jorqueta, Mamella, Postigo, Puerta, Tajo, Tebarite…

En Fuerteventura es frecuente ver al ganado libre por los campos, se alimenta de aulaga, cardos y otras plantas que encuentra. En épocas pasadas el Cabildo dictaminaba su traslado a las zonas montañosas y costeras no cultivadas por su elevada salinidad, especialmente en los años de sequía, para evitar que acabasen con los pocos pastos de la isla. Para reunir a este ganado, antiguamente los vecinos eran los encargados de hacer las apañadas, generalmente las realizaban cuando comenzaba a crecer el  cereal, porque las cabras destrozaban los sembrados. Si los vecinos se negaban a hacerlas el Cabildo las efectuaba a su costa. El comisionado era el responsable de su zona, se encargaba de repartir el trabajo, convocar, distribuir y dirigir a los pastores que participaban en la apañada. En cada parroquia de Fuerteventura había un Comisionado y un Suplente, que se elegían democráticamente en una reunión a la que asistían todos los ganaderos.

Apañada de Cofete

Apañada de Cofete

A partir del siglo XVI no solo fue necesario realizar apañadas de cabras y ovejas, también se tuvieron que hacer apañadas de burros camellos, ya que el elevado número de ejemplares asilvestrados causó grandes daños en la agricultura majorera. Este hecho queda reflejado en varias ocasiones en los Acuerdos del Cabildo:

Legajo 2, f. 297, 9 Diciembre 1639. Villa de Betancuria.
A. Mayor, Melchor Hernández. Regidores, Sebastián Dumpiérrez, Rodrigo de la Vega y Martín Hernández. Escribano, Alonso.
Por ser más de 4.000 reses camellunas las que hay en la isla y se encuentran la mayor parte sin pastor, rompiendo las rayas de las vegas, entrando en ellas y comiendo los panes, se mandó se hiciese apañada de los camellos, llevando los de Guise al corral de Amante y los de Ayose a Tiscamanita y Goma. Pero como aun queda ganado suelto, acordaron se vuelva a hacer apañada, esta vez a costa de los criadores que han sido rebeldes. En la parte de Guise se hará en el barranco de
Amante y en la de Ayose en el Roque del Gran Valle. Se pondrá en pregón la apañada para que las personas que las quieran tomar a su cargo hagan posturas, rematándose en quien más baja hiciere, y en caso de que nadie quisiere, este Cabildo nombrará quien las haga.

En la actualidad, en la península de Jandía se hacen apañadas por los cabreros del ganado que pasta libremente. En la zona de Cofete se desarrollan las apañadas más espectaculares de las que se pueden disfrutar hoy en día. Transcurren por lugares muy poco accesibles, de ahí la necesidad de participar un número alto de pastores, que además son expertos en el “Salto del Pastor”. Al amanecer parten del Barranco de los Canarios, desde donde, con ayuda de los perros, reunen al ganado que van encontrando y lo conducen hasta la gambuesa de Sisetoto, próxima al pueblo de Cofete.

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