En el paseo marítimo de Morro Jable, al sur de Fuerteventura, emerge una obra de arte que cautiva a los transeúntes y les invita a sumergirse en un mundo marino de fascinación y asombro. Se trata de la escultura “Tortugas”, una creación del reconocido artista alemán Diedel Klöver.
Desde hace más de una década, la avenida marítima de Morro Jable ha sido un lienzo para expresiones artísticas diversas, pero ninguna tan impactante como la escultura de las tortugas. La obra fue concebida durante el V Simposio de Esculturas de Pájara de 2018 e instalada en enero de 2019 en la avenida del Saladar. Esta obra se ha convertido en un ícono del paisaje costero, atrayendo la atención y el aprecio de todo el que pasea por la zona.
La escultura, elaborada a partir de piezas recicladas de hierro, ofrece una representación vívida y dinámica de una tortuga boba (Caretta caretta) navegando con gracia en las aguas del océano Atlántico. Con sus dimensiones imponentes y su meticuloso detalle, la obra parece cobrar vida, capturando la esencia misma de este majestuoso reptil marino. A los pies de la tortuga principal, un grupo de crías recién nacidas emprende su primer viaje hacia el vasto océano, añadiendo un toque de ternura y vitalidad a la composición.
Lo que hace que esta escultura sea aún más significativa es su conexión con la rica biodiversidad marina de Fuerteventura y los esfuerzos de conservación que se llevan a cabo en la isla para proteger especies como la tortuga boba. Fuerteventura, con sus aguas cálidas y sus playas de arena dorada, sirve como hábitat crucial para la tortuga boba, una especie en peligro de extinción que depende de estas costas para anidar y reproducirse.
Además, la presencia de la escultura de las tortugas sirve como un recordatorio tangible de la importancia de preservar y proteger el entorno marino de Fuerteventura. A través de su belleza y su mensaje intrínseco de conservación, la obra de Diedel Klöver inspira a las personas a reflexionar sobre su relación con la naturaleza y a tomar medidas para salvaguardarla para las generaciones futuras.
En última instancia, la escultura “Tortugas” es mucho más que una obra de arte adornando el paisaje costero de Morro Jable. Es un símbolo de la belleza inmortalizada en hierro, un homenaje a la majestuosidad del mundo marino y un toque de atención en favor de la conservación de nuestras preciosas especies marinas.
Recordemos que Fuerteventura se destaca como un refugio vital para la tortuga boba, donde se despliegan diversas estrategias de conservación para proteger a esta especie en peligro. Entre estas medidas se incluye la salvaguarda de las playas de anidación y la sensibilización de la comunidad local y los visitantes sobre la importancia de su preservación. Un ejemplo notable es la playa de Cofete, que desde 2006 se ha transformado en una especie de guardería para las tortugas bobas. Aquí, se han depositado huevos recolectados de poblaciones en lugares distantes como Cabo Verde, con la esperanza de que las tortugas adultas regresen para reproducirse y, así, asegurar la continuidad de la especie en nuestras costas.
Asimismo, en el puerto de Morro Jable, cerca de la Playa de las Coloradas, se encuentra un centro de recuperación dedicado a las tortugas boba. Este espacio brinda atención especializada a las tortugas rescatadas del mar, proporcionándoles cuidados médicos y rehabilitación hasta que estén listas para ser liberadas nuevamente en su hábitat natural. Estas iniciativas ejemplifican el compromiso continuo de la comunidad de Fuerteventura con la conservación de esta emblemática especie marina.
¿Quién es Diedel Klöver?
Diedel Klöver pertenece al significativo movimiento de Arte Basura, que crea arte urbano a partir de materiales de desecho. A través de su trabajo, busca concienciar sobre la cantidad de basura que generamos diariamente y mostrar la oportunidad de dar una segunda vida a nuestros desechos. Estas piezas sirven para avivar nuestra conciencia ambiental y provocar reflexiones sobre los riesgos que supone para la sostenibilidad la generación continua de residuos.
Diedel Klöver es un artista multidisciplinario que, además de ser músico, elabora esculturas a partir de chatarra. De nacionalidad alemana, emplea su arte para alertar a la sociedad sobre los peligros de la actividad humana descontrolada sobre la naturaleza y las ciudades.
Conocido como el “Schrottkünstler” (artista de chatarra), Diedel Klöver de Rallenbüschen es un talentoso escultor nacido en Dangast, Alemania. Su arte adorna numerosas ciudades de todo el mundo, así como el vasto jardín de su propiedad, donde las esculturas de animales exóticos como jirafas, leones, cocodrilos y monos acechan entre los arbustos, sorprendiendo a los visitantes.
Su inspiración artística surgió de una visita a sus parientes Hilke y Willi Büsing en Jade, donde la chispa de la creatividad prendió en su mente. Desde entonces, comenzó a recoger hierro viejo y chatarra para soldar y dar forma a sus obras.
Uno de los aspectos más destacados de su trabajo es cómo infunde expresión y porte a través del rígido material del hierro. Utiliza elementos reciclados que, de otra manera, terminarían en la prensa de chatarra, como bujías para esculpir osos polares, antiguos aisladores para crear alpacas e incluso cadenas de bicicleta para las melenas de sus leones.
Además de su dedicación a la escultura, Klöver también es conocido por organizar un simposio de esculturas, donde invita a destacados artistas de todo el mundo a trabajar juntos durante un tiempo determinado. Sus obras y las de otros artistas se exhiben durante su exposición anual “Yard Art”, que se celebra en su jardín de esculturas “Linde” en agosto.
Aparte de su pasión por la escultura, Klöver también tiene inclinación por la música, influenciado por sus viajes a Jamaica en su juventud. Organiza junto a su esposa, Gracy, el evento anual “Gracys Bash”, un gran festival de reggae al aire libre que se lleva a cabo en su jardín. Además, su proyecto musical personal, “Sofaconnection”, es un festival anual que reúne a músicos y bandas de toda Alemania entre Navidad y Año Nuevo.
Para complementar la experiencia artística, el “Yardcafe Linde” ofrece café, té y pasteles caseros los fines de semana, después de explorar el jardín de esculturas.
