El extraño caso del torrero loco
El trabajo de torrero o farero siempre fue una labor apta solo para valientes. Vivir en los aislados parajes donde se ubicaron los faros en Fuerteventura era toda una aventura. Máxime si tenemos en cuenta que no contaban con asistencia médica cercana, y que el pueblo más próximo se encontraba a varias horas de camino. Pero los torreros lo vivían de manera natural: era su trabajo. Se adaptaban a vivir en soledad, rodeados de paisajes…