MONTAÑA MELINDRAGA

MONTAÑA MELINDRAGA DESDE SICASUMBRE

MONTAÑA MELINDRAGA DESDE SICASUMBRE

Al hablar de montañas sagradas en Fuerteventura, siempre sale en primer término Tindaya. Me atrevería a decir qué, muchos también conocéis Montaña Cardón, lugar de enterramiento del gigante Mahan. Sin embargo, la montaña Melindraga, es una de las elevaciones más desconocidas por el público en general. Parafraseando la canción “Sildavia” del grupo ochentero la Unión, diría que, “Melindraga no se halla en los mapas”. 

Siguiendo con la melodía pop, para que no tengas miedo de perderte, ni preguntar primero a tu imaginación…, nosotros, te contamos sus encantos. 

La Montaña Melindraga pertenece al municipio de Pájara, se alza hasta los 622 metros sobre el nivel del mar, en la zona conocida como Altos de los Garañones, al norte de Montaña Cardón, y forma parte del límite entre los municipios de Pájara y Tuineje.

MONTAÑA MELINDRAGA

MONTAÑA MELINDRAGA

El sector Central de Fuerteventura se caracteriza por la predominancia de sus lomas suaves, de tonos cálidos, y desnudas de vegetación. Aunque aquí hacen acto de presencia algunas tabaibas y verodales, la importancia florística de Melindraga viene dada porque en sus laderas se encuentra una buena representación de chaparros canarios (Convolvulus caput-medusae), especie amenazada, protegida y catalogada como “sensible a la alteración de su hábitat”.

El espacio que rodea a Melindraga es un importante área para la observación ornitológica. El guirre, el cuervo canario, el aguililla y el cernícalo, viven en perfecta armonía con otros pájaros de menor tamaño como la tarabilla canaria, el alcaudón, y el camachuelo trompetero, entre otras especies. Si tienes suerte igual puedes ver surcar el cielo a una de las aves más fascinantes y difíciles de contemplar en Fuerteventura, y que no es otra que el halcón de tagarote.

Los colores ocres y blanquecinos del caliche aquí se alternan en miles de capas, otorgando al paisaje una aspecto un tanto irreal. Más bien parece que estemos frente a un gran cuadro impresionista que ante una vista natural. Esta singularidad se debe a los miles de diques paralelos y muy inclinados que lo forman, compuestos de basaltos y traquitas que atraviesan coladas y piroclastos basálticos y que en algunos lugares suponen la totalidad del afloramiento rocoso. 

Este conjunto de diques se formó hace unos 18 millones de años, y es uno de los más antiguos de Fuerteventura. Representa las raíces de la parte más interna y central de la gran dorsal volcánica que dio origen a la emersión de la Isla, y que hoy, está muy erosionada. 

MONTAÑA MELINDRAGA

MONTAÑA MELINDRAGA

Los aborígenes majoreros eligieron la montaña Melindraga para dejar su impronta antes de la conquista franco-normanda. Tanto en sus laderas como en la cima hay abundantes restos arqueológicos de origen mayoritariamente ganadero.

Cuenta la arqueóloga y doctora en Prehistoria María Antonia Perera Betancor que, en la cima de Melindraga se encuentra la construcción de mayor envergadura que se conoce en las dos islas orientales (Lanzarote y Fuerteventura), siendo esta, por ahora, única y excepcional. La estructura es de base elipsoidal, y bordea toda la cúspide de la montaña. El lado mayor mide casi 12 metros de largo siendo su máxima anchura de poco menos de 9 metros. Aunque está casi derruida en su totalidad todavía se vislumbran sus cimientos. Fue levantada por sucesivas unidades de círculos de piedras hincadas. En el centro de este gran templo majorero se localiza una construcción de carácter tumular, fabricada con sucesivas hileras de círculos pétreos que se van escalonando hasta acabar en un contorno de cista en su parte central. A escasos metros, y en afloramientos rocosos se hallan grabados rupestres con figuras podomorfas.

Quizás esta estructura sea uno de los templos nombrados por Pedro Gómez Escudero en el siglo XV, y por Fray Abreu Galindo en el siglo XVI. Los dos son coincidentes al explicar algunos de los rituales sagrados de los mahos.

MONTAÑA MELINDRAGA

MONTAÑA MELINDRAGA

Pedro Gómez Escudero:

Tenían los de Lançarote y Fuerte Ventura unos lugares o cuebas a modo de templos, onde hacían sacrificios o agüeros según Juan Leberriel, onde haciendo humo de ciertas cosas de comer, que eran los diesmos, quemándolos tomaban agüero en lo que hauían de emprender mirando a el juno, i dicen que llamaban a los Majos que eran los spíritus de sus antepasados que andaban por los mares y uenían allí a darles auiso quando los llamaban, i éstos i todos los isleños llamaban encantados, i dicen que los veían en forma de nubecitas a las orillas de el mar, los días mayores de el año, quando hacían grandes fiestas, aunque fuesen entre enemigos, i veíanlos a la madrugada el día de el maior apartamento de el sol en el signo de Cáncer, que a nosotros corresponde el día de San Juan Bautista.

En la segunda mitad del siglo XVII Tomás Marín y Cubas escribió: 

tienen templos onde hassen sacrificios, con humo de cosas que queman como no sea carne, sino cevada, dátiles, asisten hombres y mugeres […] sus havitaciones son cassas de piedra sola, hubolas muy grandes y redondas las entradas/mui pequeñas, onde hacían sus sacrificios, ofrecían leche, manteca, menos carne; esta fiesta o sacrificio llamaban efequenes, de todos los frutos a modo de limosna recogen cierta porción mas no es en forma de diezmo; quemaban cevada en el sacrificio, y por el humo derecho o ladeado jusgaban la forma de mal o bien las cassas de sus moradas mui pequeñas y hediondissima a carniza, sebo, carne podrida, y assi ellos lo mismo…

Uno de los mejores lugares para contemplar, y comprender, la magnitud de la montaña de Melindraga lo encontrarás en las inmediaciones del Mirador astronómico de Sicasumbre. 

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