Villa histórica de Betancuria

Betancuria.  La primera capital de Canarias.

Villa histórica de Betancuria

Villa histórica de Betancuria

Desde el momento en que Gadifer de La Salle llega a la Erbania, comienza a fortificarla. En un principio construye dos torres fortaleza, una en el actual Pozo Negro, llamada Torre de Richeroque, y la otra torre en la actual Betancuria a la que llamó torre de Valtarajal o de Baltarhais. Probablemente los cimientos de esta torre se encuentren situados bajo alguna de las casas antiguas de la Villa.

Durante la conquista de Fuerteventura por parte de los franco normandos, en los primeros años del siglo XV, Valtarajal fue quizás el punto estratégico más importante mientras duraron las contiendas.

En Baltarhais se situó la mayor parte de la logística militar y personal de Fuerteventura. Fue elegida como punto neurálgico por su situación estratégica, porque el encontrarse en un lugar elevado y rodeado de montañas, hacía fácil su defensa ante el posible ataque de los mahos o de los piratas, además de contar con salidas naturales a los puertos de la costa occidental de Fuerteventura.  A Valtarajal se le distribuía la mayor cantidad de víveres, soldados y de efectivos militares que llegaban a la isla.

La zona de Betancuria fue el centro neurálgico de Fuerteventura durante mucho tiempo. Se convirtió poco a poco en una pequeña “Villa”, que los normandos llamaban Santa María de Valtarajal. Tras la rendición de Guise y Ayose,  tanto colonos europeos, esclavos aborígenes, y los mahos que se unieron a la nueva cultura, iban asentándose a ambos lados del barranco, y empezaron a construir las primeras viviendas:

“ tenía unas maisons donde vivían los compañeros de Gadifer”.

La fortificada Villa de Santa María de Valtarajal, también disponía de una pequeña ermita, donde se realizaban los bautizos de los mahos, y se veneraba a una imagen de “Nuestra Señora de la Peña”, que Jean de Béthencourt se había traído desde Francia.

“…se fue ( Béthencourt) a Valtarajal y allí fue bautizado un niño canario, para festejar la llegada del dicho señor, y el dicho señor fue el padrino y lo llamó Juan. Hizo poner vestidos en la capilla, una imagen de Nuestra Señora y vestuario de iglesia y un misal muy hermoso y dos campanas pequeñas que cada una pesaba cien [libras] y ordenó que la capilla se llamase Nuestra Señora de Béthencourt.”

Se sabe que esta ermita se construyó por orden de Béthencourt y que la iglesia de Santa María de Betancuria debe ocupar el solar y probablemente, tenga parte de la obra de la capilla que levantó, el maestro albañil, Jean le Masson por orden de Béthencourt.

El día 14 de junio de 1405 Betancuria fue incorporada a la Corona de Castilla. El Pendón de la Conquista se conserva en la iglesia catedral de Santa María de Betancuria.

Cuando Jean de Béthencourt, retorna definitivamente a Francia, no queda ninguno de los dos principales conquistadores de Fuerteventura en la isla, pues el socio de Béthencourt, Gadifer de La Salle, había sido expulsado años antes.

Una de las joyas de Betancuria fue el Convento franciscano de San Buenaventura, que fue fundado en 1416 y ampliado posteriormente por Diego de Herrera tras la toma de posesión del Señorío de Fuerteventura y Lanzarote en 1455.

Betancuria pasó en algunos momentos de su historia por grandes dificultades, quizás la más cruenta para sus habitantes, fue la que tuvo lugar en agosto de 1593, con la destrucción casi total de la villa histórica por parte del pirata berberisco Xabán Arráez.

Desde su fundación La Villa de Betancuria, se convirtió en capital y centro rector de la isla y fue donde se situaron los órganos de administración y gobierno insulares. Fue sede del Cabildo Insular, Parroquia insular, Juzgado de primera instancia, residencia de los señores territoriales y de las autoridades militares, civiles y religiosas.

Betancuria basó su economía en las actividades agrícolas, la ganadería caprina, la recolección de la orchilla y en el comercio, y llegó a convertirse en “La Villa de Señorío”, donde residió la alta burguesía de la sociedad majorera, hasta finales del siglo XVIII.

El ayuntamiento independiente de Betancuria se constituyó en 1812. Betancuria dejó de ser capital insular en 1834, a favor de Antigua, que fue la segunda capital de la maxorata. Esto motivó duros enfrentamientos entre el alcalde de Antigua, y el de Betancuria, negándose este último a trasladar los archivos “protocolos notariales de Fuerteventura”, a la nueva capital majorera. Y que finalmente fueron depositados en el Ayuntamiento de Antigua en 1850 por orden de la Real Audiencia de Canarias.

Fuente principal: Le Canarien. Crónicas francesas de la conquista de Canarias

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