La Orchilla

La exportación de Orchilla, llegó a ser la industria más importante de Fuerteventura

Orchilla (Roccella canariensis)

Orchilla (Roccella canariensis)

 

 

La Orchilla (Roccella canariensis) es un liquen, productor de tinte gracias a su contenido en orceína, una sustancia de color rojo. Como planta tintórea fue utilizada desde la antigüedad por las clases de más alto rango social, ya que el color púrpura representaba la  dignidad de la realeza y de los cargos de la administración civil y religiosa. Se usaba para, teñir la vestimenta de estas personas, en el tapizado del mobiliario, cortinaje y las alfombras palaciegas.

Existen indicios de que los fenicios venían a nuestro archipiélago en busca de este liquen, concretamente, a Lanzarote y Fuerteventura, y después de ellos lo hicieron los cartagineses y los romanos, que llamaron a estas islas como “las Purpurarias”. Investigadores modernos opinan que las islas que llevaron ese nombre debieron ser los islotes de Mogador, más arriba del Archipiélago Canario.

Varios historiadores, apoyados por los textos del siglo XV, opinan que una de las razones que tuvo el normando Jean de Bethencourt para decidirse a llevar a cabo la conquista de estas islas, fue la existencia de orchilla. Recordemos que Bethencourt era propietario del feudo de Grainville-la-Teinturière, que contaba con fábricas dedicadas a la industria tintorera. La orchilla fue por aquellos siglos, casi el único producto empleado en telares y fábricas de tejidos para obtener paños y telas encarnadas.

Jean de Bethencourt, en el siglo XV, justifica así las futuras incursiones a Canarias:

Y crece también en esta isla una, grana que vale mucho, que se llama orchilla; sirve para teñir paños u otras cosas y es la mejor grana de aquella grana que se pueda encontrar en cualquier país, por su condición, y si un día la isla es conquistada y puesta a la fe cristiana, aquella grana será de mucho provecho al señor del país. 

Le Canarien 

Viera y Clavijo nos ha trasmitido, en su Diccionario de Historia Natural, estas instrucciones para obtener el colorante en su tiempo:

Redúcese esta preciosa yerba a pasta moliéndola, cirniéndola y colocándola en un vasijo de vidrio, donde se humedece con orina ya corrompida a la que se le añade una poca de cal apagada. Revuélvese cada dos horas y se tiene cuidado de cubrir siempre la vasija con alguna tapa. Esta operación de humedecerla, ponerle cal y revolverla se practica durante tres días consecutivos, al cabo de los cuales ya empieza a tomar la pasta algún colorcito purpúreo, hasta que a los ocho se pone de un rojo violado, que se va avivando por grados y sirve para tintes. Para usar de esta pasta se procura disolverla en agua tibia y se le va aumentando el calor. Luego que hierve se mete la estofa en el baño, sin ninguna preparación, o si se quiere, preparada con alumbre y cristal de tártaro. El color natural que comunica la orchilla es de flor de lino, tirando a violada; pero si se tiñe antes la misma estofa de un azul más o menos claro sacará un color como de flor de romero, de pensamiento o de amaranto. 

Preparada la estofa con zumo de limón, recibe de la orchilla un hermoso color azul. Igualmente tiene la pasta de nuestra orchilla, desleída en agua fría, la propiedad de que, tiñendo con ella el mármol blanco, le comunica unas bellas vetas de un azul más o menos claro, según las más o menos veces que se le aplica.

La orchilla ha sido explotada en Fuerteventura desde tiempos remotos hasta principios del siglo XX, siendo a veces la industria más importante de la isla.

Los majoreros gozaron de fama de ser excelentes orchilleros. Hay noticias de majoreros recolectando orchilla en Tenerife. Gente de Chamorga recuerda a un importante grupo de orchilleros de Fuerteventura que arrasó las comunidades de orchilla de la zona a principios del siglo XX. 

La recolección de la orchilla utilizando cuchillo se prohibió, porque los cuchillos dejan la roca limpia al rasparla, y la orchilla no vuelve a crecer. Por eso es recomendable usar una especie de peine con púas de madera, cuyo empleo aun perdura en Fuerteventura. Así solo se arrancan las ramificaciones que posteriormente se regeneran.

Los orchilleros guardaban la orchilla en unas sacas donde cabían, aproximadamente, 460 gr. de esta hierba, es decir, una libra, la antigua medida canaria de peso. 

La orchilla se cría en los orchilleros, que son extensiones cercadas de piedra volcánica. Hoy día aun se pueden ver gran cantidad de orchilleros abandonados en el norte de Fuerteventura.

Comparte Fuerteventura
Share on facebook
Facebook
Share on twitter
Twitter
Share on whatsapp
Whatsapp
Share on pinterest
Pinterest

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *