La conquista de Fuerteventura

La conquista de Fuerteventura – La rendición de Guise y Ayose

Mirador de Guise y Ayose

Mirador de Guise y Ayose

Tras el asalto de Gadifer de La Salle a la Erbania, donde comenzaron a fortificar Fuerteventura.

Los europeos al mando de Béthencourt y Gadifer, utilizaron las fortificaciones de Rico-Roque (lugar cercano a Pozo Negro) y Valtarajal (Betancuria), como base de operaciones para los distintos enfrentamientos con los majoreros.

Las luchas fueron desiguales, confrontaban a personas armadas y con formación táctica y militar, con los mahos que se defendían y atacaban de manera desorganizada y cuyas únicas armas eran piedras, palos y el conocimiento del terreno. En las crónicas franco-normandas se cuentan algunos de estos enfrentamientos que tuvieron lugar durante más de tres meses, como es de esperar, los relatos se inclinan a favor de los europeos, aunque algunas veces fueron los mahos los que tuvieron sus pequeñas victorias.

Quince (hombres) habían salido de la plaza aquel mismo día y se habían ido a recorrer elpaís y dar caza a sus enemigos; y sus enemigos canarios los embistieron y los asaltaron vigorosamente y en seguida mataron a seis de ellos y los demás, muy mal parados y heridos, se retiraron al castillo.”

Tras este episodio Gadifer dejó sin defensas el Castillo de Rique Roque y…

“…seguidamente después de su salida, los canarios vinieron a ocupar y a destruir Ricoroque; y se fueron al puerto de los Jardines (actual Pozo Negro) que está a una legua del lugar, en que se hallaban los víveres de Monseñor de Béthencourt, y quemaron una capilla que había allí, y se apoderaron de ciertos efectos…”

Los enfrentamientos cuerpo a cuerpo entre los majoreros y los soldados europeos siguieron durante un tiempo, a la vez que crecían las disputas y la discordia entre Gadifer y Béthencourt. 

Fuerteventura, por aquel entonces, se encontraba dividida en dos demarcaciones territoriales. El reino de Ayose,que comprendía desde la Playa del Jurado hasta Jandía y la Pared, y el regido por Guise desde la Playa del Jurado hasta Corralejo.

Los dos reyes viendo que no podían resistir largo tiempo contra los europeos, decidieron rendirse. Pero esta rendición no hubiera sido posible sin la colaboración y los consejos de dos mujeres, Tibiabin y Tamonante.

Madre e hija, ejercieron de consejeras de los reyes mahos y tuvieron gran influencia sobre ambos. Tamonante decidía en asuntos de justicia de los reinos y Tibiabin, sacerdotisa en ceremonias y ritos, profetizaba sobre futuros sucesos.

Los reyes isleños mandaron a un joven para pedir a Béthencourt una tregua, el muchacho le contó al normando que tanto Guise como Ayose,

“…tenían gran deseo de verlo y de hablarle y que su intención era de ser cristianos …”.

El primero en rendirse fue Guise el 18 de enero de 1405, y fue bautizado con el nombre de Luis.

El 25 de enero, el que acude a la presencia de Béthencourt, es Ayose que fue bautizado tres días más tarde con el nombre de Alfonso.

Y de allí en adelante venían todos a bautizarse, un día unos y otro día otros, …”

Unos meses más tarde, en mayo de 1405, Jean de Béthencourt regresa a la Erbania con su séquito. Esta vez Béthencourt se acercó hasta el reconstruido castillo de Rique Roque con más de cincuenta normandos, vestidos con sus mejores galas, con jubones bordados muy recargados de orfebrería de plata. Los franco normandos traían también música, sonidos que los mahos nunca habían escuchado. Entre los instrumentos que tocaban se encontraban trompetas, clarines, tambores, flautas, arpas, rabeles y bocines.

Guise y Ayose quedaron ensimismados por tanta pompa y boato, que traía ahora “su señor” Béthencourt.

dijeron los dichos dos reyes que, si hubiesen venido en aquel estado desde la primera vez, hubieran sido vencidos mucho antes, y que sólo con quererlo el rey podía conquistar muchos países más.”

y desde entonces tanto Guise y Ayose como los demás majoreros trataron a Béthencourt como su rey.

Jean de Béthencourt, repartió tierras a los dos reyes mahos, dando a cada uno cuatrocientos acres de bosques y tierras. Esta nueva organización de los territorios de Fuerteventura se hizo contando con los majoreros, que participaban activamente en labores agrícolas, ganaderas y en la construcción de iglesias.

También hubieron matrimonios entre la nobleza maho y los europeos, como el de una hija de uno de los dos reyes mahos que se casó con un francés llamado Melián.

Fuente principal: Le Canarien. Crónicas francesas de la conquista de Canarias 

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