La ermita de Nuestra Señora de la Merced

La ermita de Nuestra Señora de la Merced de El Time (municipio de Puerto del Rosario) se edificó durante el siglo XVII, por dotación del vecino de El Time D. Manuel de la Trinidad.
D. Manuel solicitó en octubre del año 1670 licencia para construir una ermita dedicada a Nuestra Señora de la Merced y se comprometió a la dotación de la misma y de su fiesta. Se tiene constancia de que la ermita estaba finalizada y dotada de todo lo necesario para el culto en 1674.
El Obispo Pedro Dávila la cita en el Sínodo (1735) dentro de la relación de ermitas pertenecientes a la Villa de Santa María de Betancuria.
Es una de las tres ermitas (junto con las de San Roque en Casillas de Morales y la de San Agustín en Tefía), que se levantaron en Fuerteventura, sin ser sedes parroquiales, que tiene una capilla mayor con mayor volumen que la nave de la iglesia.
Tras las sucesivas reformas y ampliaciones sufridas, actualmente el edificio es de una sola nave con presbiterio diferenciado en altura y, cubierto a cuatro aguas, sacristía adosada al muro de la epístola por la cabecera, cubierta a cuatro aguas y sin acceso desde el exterior, con una ventana en el muro de poniente.
La ermita posee dos accesos, uno abierto en el muro sur rematado en arco de medio punto y enmarcado en cantería clara y el otro, en la fachada principal, a los pies del templo, también rematado en arco de medio punto y enmarcado en canteria oscura. Su espadaña, en la parte central de su fachada, es de cantería roja, y posee un solo hueco de campana rematado en arco de medio punto, el conjunto se remata con una cruz de madera sobre basa de cantería. En la espadaña del campanario hay una inscripción que dice “Año 1909”, esta fecha probablemente se refiere a la colocación de la campana, que compraron D. Juan Reyes Barrios y su hijo Agustín , al regresar de Cuba. Frente a la puerta principal se encuentra un calvario con cruz de madera. Un empedrado, que costó nueve fanegas de cebada según inventario de 1732, rodea la ermita.

La imagen que de Nuestra Señora de la Merced que se venera actualmente, no es la imagen originaria donadada por D. Manuel de la Trinidad, sino una adquirida bajo la mayordomía de D. Gregorio de Bares (1724-1741).
La devoción a la Virgen de las Mercedes está muy presente en Canarias, a ella se acudía para verse a salvo de ataques y cautiverio de piratas berberiscos del norte de África. Fuerteventura tiene excelentes calas y bahías que facilitan el desembarco de los piratas, además el hecho de que sea una isla llana favorecía las incursiones al interior de la isla en busca de botín o cautivos.
Fray Valentín Morán y Estrada fue el fundador de la Cofradía de La Merced del Time, este obispo mercedario aprobó la creación de la Cofradía en 1758, cinco años después de su visita a Fuerteventura.
En las Ordenanzas de esta Cofradía se obliga a los hermanos a celebrar dos fiestas religiosas seguidas en honor a su titular “María Santísima de la Merced”, los días 24 y 25 de Septiembre. El primer día asistiendo a la función de la festividad principal vestidos con el hábito de la hermandad (túnica blanca, escapulario y hachas), y el segundo haciendo una festividad con vísperas, misa cantada, sermón y procesión.
Esta tradición se conservó hasta el primer cuarto del siglo XX. El dinero de los pagos que hacían los hermanos se aplicaba a la “manda Pía de Redención de Cautivos”, encargada de rescatar cautivos en tierra de infieles.
En el inventario de la Cofradía que el Obispo Tavira ordenó hacer la Mayordomo de la Cofradía aparecen, dentro de los objetos de culto, los siguientes bienes: “La santa Imagen y el niño, la corona de la Santa Imagen que al parecer pesa una libra de plata más o menos, dos anillos de oro y otro de plata, el Altar de madera con su piedra de Ara, su Cruz y una vara de estandarte repintada, el trono de la Virgen pintado, púlpito, campana buena y sonora…”