Ermita de San Roque (Casillas de Morales – Valles de Ortega)
La ermita de San Roque, situada entre Casillas de Morales y Valles de Ortega, en el municipio de Antigua, se construyó a mediados del siglo XVII,I costeada por los vecinos del lugar, que aportaron trabajo y dinero para su edificación.
Durante el siglo XVIII el número de ermitas construidas en Fuerteventura se incrementó de manera considerable debido fundamentalmente a que en general, aun habiendo existido periodos carenciales, fue una etapa de prosperidad económica que llevó aparejada un aumento de población, un incremento en el número de vegas de cultivo y como consecuencia el nacimiento y consolidación de nuevos caseríos.
La ermita de San Roque fue dotada por un grupo de vecinos el 9 de febrero de 1732, dejando constancia ante el escribano Roque de Morales Albertos.
«…estamos convencidos y tenemos comunicados así nosotros como los demás vecinos de dichos lugares a fabricarle una ermita en este dicho lugar constituido del glorioso San Roque a nuestra costa para lo cual tenemos ya señalado sitio que lo dió el alférez D. Juan Pedro de Goyas… y asimismo tenemos parte del material en dicho sitio…».
Es una de las tres ermitas (junto con las de Nuestra Señora de la Merced en el Time y la de San agustín en Tefía) que se levantaron en Fuerteventura durante el siglo XVIII , que sin ser sedes parroquiales desarrollaron una capilla mayor diferenciada, con mayor volumen que la nave de la iglesia.
A pesar que se presentan las escrituras de la construcción de la ermita de San Roque en 1732, no es hasta el año 1792 , cuando se inicia la construcción tal como ahora la conocemos, que a lo largo del tiempo fueron ampliando y remodelando, entre los años 1792-1800, más tarde 1804 y 1812 que se elaboraron entre otras acometidas , labrar los cantos para companario,enlosar la ermita, y colocación de las vigas del campanario.
En 1818 todavía no se había terminado la ermita constando en las escritos de los gastos de la iglesia, que el carpintero Juan Melián, trabajó 10 días en la ermita, en postigos, puerutas, ventanas y coro por lo que le pagaron 150 reales. Ya en 1831, se reforzó exteriormente el arco de la capilla mayor.
Descripción: Sobre la nave, longitudinal y cubierta a tres aguas con teja vista, destaca el presbiterio diferenciado cubierto a cuatro aguas y también de teja vista. Curiosamente, la puerta lateral está enmarcada en cantería clara y rematada en arco de medio punto, en tanto que la de la fachada principal se remata en piedra oscura, al igual que el campanario.
En la fachada principal, situada a los pies del templo, destaca el hueco de la puerta rematada en arco de medio punto y un pequeño óculo que se abre sobre la misma. La espadaña se asienta sobre el centro de la cornisa en cuyos extremos se colocan dos pináculos, está compuesta por dos cuerpos de campana.
El conjunto del campanario está rematado por una cruz. A ambos lados de la ermita, en el punto de intersección entre la nave y el presbiterio, sobresalen dos estribos para reforzar el tremendo arco desarrollado en la capilla mayor del templo tras la ampliación de la ermita llevada a cabo a finales del XVIII y principios del XIX.
La sacristía aparece adosada a la cabecera del templo y se comunica con el interior de la ermita por una puerta que se abre en el testero de la misma en la parte baja del retablo. La primera capilla tal vez fuera la sacristía que hoy tiene adosada al presbiterio, a la que se le fue añadiendo posteriores ampliaciones.
Esta ermita al igual que otras del entorno sufrieron el expolio de retablos e imágenes con destino a la parroquia de Antigua.
En el primer inventario, fecha del 24 de mayo de 1743, consta la existencia de la imagen de San Roque con un Angel y su perro a los pies, una «hechura» de San Juan Bautista y seis cuadros (San Agustín, Santa Bárbara, «Santo Domingo, Ntra. Sra. del Rosario, Ntra. Sra. de la Soledad y Los Remedios).
12 de junio de 1792, se encarga la construcción de un retablo al oficial Domingo Romero Medina, ese retablo de tea, terminando en abril de 1797, fue a parar a la iglesia parroquia de Antigua.
Actualmente Ermita de San Roque (Casillasde Morales-Valles de Ortega) consta de:
En el Altar Mayor se encuentra el retablo realizado en mampostería consta de dos cuerpos divididos en tres calles.
En el primer cuerpo las calles están separadas por columnas de capitel corintio y fuste policromado imitando un marmoleado; en cada calle se abre una hornacina.En el segundo cuerpo, más pequeño, las calles están separadas por pilastras.En la calle central se abre una hornacina y en las laterales hay representaciones pictóricas de óleos sobre lienzos
En el altar mayor encontramos varias esculturas:
La Inmaculada Concepción que se encuentra en la hornacina derecha del retablo, es una imagen de bulto redondo sobre un trono de nubes y pisando la serpiente.
San Juan Bautista. Imagen de bulto redondo. San Juan está representado con túnica de piel y capa; señala con la mano derecha el Cordero que está a sus pies y en la izquierda sostiene una fina cruz. Se ubica en la hornacina izquierda del retablo.
Niño Jesús. Imagen de bulto redondo, realizada en madera y policromada. Se sitúa en la cornisa inferior del retablo, a la altura de la hornacina central.
Cristo Crucificado. Tallado en madera y bulto redondo, colocado en la hornacina del segundo cuerpo del retablo.
San Roque, escultura tallada en madera y policromada. A sus pies se encuentra un niño alado y un perro.
Pinturas de Caballete: Pequeña obra que está en el muro derecho del presbiterio. Representa a un Cristo Yacente con la Magdalena a los pies. Este cuadro lo donó Doña Dominga Acosta Hernández en el año 1878.
A finales de 2010 se restauran las andas procesionales de la ermita de San Roque, las andas están destinadas a transportar la imagen en las procesiones y demás celebraciones donde el santo ha de ser trasladado.
Protecciones
ORDEN de 2 de julio de 1993, por la que se da publicidad al Acuerdo del Gobierno de Canarias de 13 de diciembre de 1990, de declaración de Bien de Interés Cultural, con categoría de monumento, a favor de la ermita de San Roque, en Valles de Ortega, Antigua (Fuerteventura)
Sin comprender cómo ha calado mi tierra en mi alma, sobre todo este pueblo de Valles de Ortega, me debato en emociones y sueños. En mis recuerdos se mezclan la tierra, los molinos y la alfalfa. Cuando escribo siempre hay un tabobo o un baifito, un estanque o un molino, tierras que lloran cuando no llueve y risas de flores en primavera tras la lluvia. Me abrigan recuerdos vividos y de la gente que conocí.
Mi ilusión es volver a mi pueblo, mi iglesia y si fuera posible leerles algo de lo que escribo de ese pueblo. Un propósito que dejo en los vientos del ocaso donde las aulagas vuelan a ver si se cumple
Olga: Que bello escribes!
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