El 5 de julio de 2021 moría el insigne periodista Tico Medina. Este gran comunicador tuvo una estrecha relación con nuestra querida Fuerteventura.
Para aquellos que no conozcáis la trayectoria de Tico Medina, aquí os dejamos un esbozo.
Tico Medina
Escolástico Medina García, Tico Medina para la gran mayoría de nosotros, nació en 1934 en la granadina localidad de Píñar, un pequeño pueblo de la comarca de los Montes Orientales, famoso por albergar la Cueva de las Ventanas y una impresionante fortaleza árabe de época almohade.
Tico Medina fue uno de los periodistas más destacados del panorama nacional de la segunda mitad del siglo XX . Comenzó su andadura profesional en los diarios Ideal y Pueblo. Sus entrevistas atrevidas, pero respetuosas, no dejaron indiferente a nadie, cosechando gran popularidad por ello. Conversó con los más destacados personajes de la historia mundial del momento: Fidel Castro, el Che Guevara o Salvador Dalí fueron claros ejemplos.
Su trayectoria televisiva se inició a finales de los años 50 del pasado siglo, presentando un programa en TVE llamado “Tele-Madrid”. Siguió durante muchos años entrando en nuestras casas, a través de la pequeña pantalla, en los más diversos formatos televisivos. Plaza de España, Cuarta dimensión, A toda plana, Buenas tardes, España en directo, 24 horas, Todo es posible en domingo, Revistero, Hoy por hoy, Las buenas noticias, 300 millones, Las mañanas de Rosa, Con T de tarde, fueron algunos de los programas en los que trabajó.
Su labor profesional ha sido reconocida en varias ocasiones. Entre los muchos galardones que ostenta, hay dos Premios Ondas, una Antena de Oro, la Medalla de Andalucía y en 2017 la Medalla al Mérito en el trabajo.
Después de esta fugaz biografía toca dar unas pinceladas sobre la vida de Tico Medina en Fuerteventura.
Tico Medina en Fuerteventura
La primera vez que Tico Medina visitó Fuerteventura fue en la primavera de 1961. El motivo principal era realizar reportajes en la vecina isla de Lanzarote y Fuerteventura.
Poco a poco se enamoró de Fuerteventura, sobre todo, después de ser partícipe de la VII Semana Canaria celebrada en Madrid, y retransmitida por T.V.E. En ella Tico Medina entrevistó a diversas personalidades majoreras, destacando Guillermo Sánchez Velázquez, presidente del Cabildo de la isla por aquel entonces.
En 1963 inicia su relación más profunda con Fuerteventura. Fue tan fuerte el embrujo que le produjo la isla que, en apenas unos meses, ya se especulaba con la idea de que Tico Medina se hiciera una casa en Fuerteventura. La prensa de la época lo recoge con el siguiente titular.
Fuerteventura. La Playa de Pozo Negro entra en ruta. Tico Medina, periodista y coleccionista de curiosidades, se construirá aquí un refugio.
El primer encuentro periodístico-emocional lo dejó reflejado en un emotivo artículo, publicado en diciembre de 1963 y titulado “Carta a un majorero”. Esta fue toda una declaración de intenciones. Te dejamos unos extractos.
Mi querido amigo. Quiero escribirte esta carta, con el frío clavado hasta los costillares ….
A mí me ha traído la paz y la guerra. (Tico se refiere a Fuerteventura). La paz porque me gustaría morirme ahí, viendo un atardecer en Antigua o una mañana de La Oliva, o frente a la playa de Sotavento cualquier día de cualquier año, a cualquier hora. Y me gustaría ver nacer a mis hijos sobre la arena de Morro Jable, (…)
(…) porque ahí se respira y porque ahí he sentido algo superior a todas mis fuerzas, porque ahí he tenido el silencio sobre mi cabeza, y porque ahí he encontrado algo que jamás hasta ahora había “tocado” (…)
El joven de Píñar, sigue relatando su deseo de dar a conocer al mundo esa Fuerteventura que le llegó al alma.
Yo tengo a punto trompeta y tambor, y quiero ser, a mi aire, vuestro pregonero. Que suene la voz de la isla, como brilla la luz de Mafasca, en el valle. (…)
Tico Medina cumplió su palabra y se alzó como altavoz de la excelencias de Fuerteventura. Publicó un buen puñado de artículos vertiendo sus más cálidos piropos al sol de Fuerteventura, a las playas majoreras, a la luna, a los pueblos y, sobre todo, a las gentes de esta isla.
“Aquí el sol no es implacable. Es impecable. Limpio diáfano, eterno, amigo inseparable de todas las horas (…)”.
“El sol de Fuerteventura no quema. Dora. Rejuvenece.”
“Yo llamaría a la luna en Corralejo, el sol de la noche, (…) No es una luna sobre el paisaje. Es una luna para caer dentro de ti. Y he venido hasta la playa de las Agujas, en Corralejo, para sentirla sobre mi frente.”
Fuerteventura se convirtió, para Tico Medina, en su refugio particular donde desconectar del frenético ir y venir de aviones y países. Aquí encontró un paisaje y una paz necesaria para escribir. En 1964, apenas unos meses después de instalarse en la isla ya tenía escrito el libro: “Fuerteventura, tierra de sol”.
Por su parte, la sociedad majorera acogió con cariño a Tico Medina. En julio del 64 se publicó la noticia de qué Tico Medina sería el pregonero de las fiestas de La Peña ese año.
Cuando la maxorata llegó a Nueva York.
En 1965 Tico Medina se acercó, como periodista acreditado, hasta la Feria Mundial en Nueva York. Hasta allí llevó, literalmente, a Fuerteventura en el corazón. El periodista hizo bordar el escudo de Fuerteventura en su chaqueta azul. Por donde quiera que fuese contaba las excelencias de “la Isla del sol”.
“Era una forma de clavar a Fuerteventura no ya en el mapa de España, sino en la geografía del mundo”.
La Casa de la Ballena de Tico Medina.
En 1964, Tico Medina, su mujer Mayini y sus hijo Tico y José, se establecieron en una coqueta casa frente al mar. El inmueble se situó a unos 4 kilómetros de Corralejo, a las puertas de las Grandes Playas. Fue diseñado por un arquitecto, amigo del periodista. Estaba pintada de blanco. Mostraba un mosaico en su fachada y en su puerta de hierro, un sol que fue elaborado, en Madrid, por el artista cordobés Aurelio Teno.
La casa no contaba con luz ni agua corriente. Eso sí, iba en sintonía con los restos del esqueleto de ballena que había varado allí mismo hacía años, mucho antes de construirse la casa. Estaba tan cerca del mar que cuando llegaban las pleamares de las supermareas, especialmente las del Pino y las de Santiago, el mar invadía su hogar llevándose todo cuanto encontraba a su paso.
El 25 de julio de 1966, el mar quiso llevarse al escritor “granaino” y a sus dos hijos a las profundidades. Por suerte, la corriente los devolvió sanos y salvos a la orilla. Pero, fue tan ingrata y profunda la experiencia que al día siguiente decidieron marchar a la península. Malvendieron la casa, con la mayoría de los enseres que había dentro, incluido un viejo coche Citroen dos caballos.
La Casa de la Ballena todavía está en pie, y forma parte del Hotel Tres Islas.
Homenaje a Tico Medina en las playas de Corralejo
En enero de 1971, aprovechando que se cumplían 20 años de profesión periodística de Tico Medina, Fuerteventura decidió homenajear a este majorero de Granada. Un grupo de jóvenes y no tan jóvenes escribieron en la arena de la playa del Caserón, el nombre de Tico Medina y frases que lo definían. Entre ellas:
“Tico Medina, el hombre que escribió a Fuerteventura, con su pluma de oro y llena de verdad”
Para concluir comentar que Tico Medina, en 2003, publicó su último libro sobre la Maxorata: “Galeón de arena: La otra Fuerteventura”. En él cuenta sus vivencias personales y profesionales en la isla.