La Acacia majorera: Una planta invasora que no es de Fuerteventura

Acacia Majorera – Acacia cyclops

La acacia, mal llamada, majorera, Acacia cyclops para los científicos, es un arbusto leñoso que se alza hasta los 4 metros de altura. Posee un gran follaje y no es raro ver ejemplares cuyas intrincadas ramas lleguen al suelo, impidiendo ver su tortuoso tronco de corteza agrietada y color marrón grisáceo.

Las hojas de la Acacia cyclops son, en realidad, tallos aplanados de formas linear-lanceolada, de hasta 7 cm de largo por 1 cm de ancho,  denominadas, por los botánicos, filodios. Aun así cumplen la misma función que las hojas comunes.

Los filodios presentan tonos verdosos, que van cambiando de color al castaño oscuro durante su crecimiento. Se disponen alternativamente a lo largo de los tallos y son de naturaleza relativamente gruesa y coriácea 

Las flores amarillas se pueden ver a lo largo de todo el año, en glomérulos axilares más cortos que los filodios. 

Acacia Majorera – Acacia cyclops

La fruta es una vaina alargada y curva de hasta 15 cm de largo y 7-15 mm de ancho, que está algo aplanada. Estas vainas son verdes cuando son jóvenes, pero se vuelven marrones a medida que maduran. Después de abrir se vuelven retorcidas hasta quedar enrolladas en algunas ocasiones.

Cada vaina contiene varias semillas duras de apariencia brillante, textura suave y de colores que van del marrón oscuro al negro. Están casi o totalmente rodeadas por dos pliegues de una gran estructura carnosa de color naranja o rojo brillante.

La Acacia cyclops es una planta costera originaria del sur de Australia.

Suele crecer en terrenos áridos y arenosos. 

Una planta invasora y peligrosa para las especies autóctonas 

Acacia Majorera – Acacia cyclops

Su introducción de forma masiva, y la posterior naturalización, ha provocado que las acacias australianas sean, en la actualidad, una de las especies vegetales invasoras más perjudiciales de toda Fuerteventura.

El grado de impacto, de la invasión de las acacias australianas, afecta tanto a la parte aérea como a la parte subterránea de los ecosistemas majoreros.

Esta especie se caracteriza por establecer relaciones simbióticas muy efectivas con bacterias fijadoras de nitrógeno, desarrollando hojas con un alto contenido en este elemento.

Son, también, muy efectivas en la toma de otros nutrientes bien sea por asociación con hongos o por la gran producción de raíces. Además, son especies que crean una gran cantidad de hojarasca de descomposición lenta. Esto conlleva una acumulación de materia orgánica y cambios en la concentración de los nutrientes en los ecosistemas invadidos.

Por otro lado, estas acacias crean un intrincado sistema radicular en las capas superficiales del suelo modificando completamente su estructura. Ello origina la disminución del espacio físico para el establecimiento de otras plantas como pueden ser tarajales y almácigos.

Las acacias majoreras son capaces de sobrevivir a su tala, pues son capaces de brotar de las raíces.

¿Si esta especie es australiana por qué se conoce como acacia majorera?

Acacia Majorera – Acacia cyclops

Que estos arbustos sean conocidos como acacias majoreras se lo debemos a la generosidad de las instituciones, concretamente al Cabildo de Fuerteventura, que quiso regalarnos con una nueva especie invasora en la fragilidad del ecosistema majorero. 

La Acacia cyclops fue introducida intencionadamente en 1981. Una actitud igual de reprochable, o más, que la de quien dejó escapar las ardillas en Fuerteventura o la culebra real de California en Gran Canaria.

Las instituciones no solo estaban satisfechas con haber introducido una especie dañina en Fuerteventura, sino que sacaban pecho. La cuidaban y mimaban en la granja experimental de Pozo Negro para ser exportada a otros lugares.

Así lo explicaba el Cabildo de Fuerteventura en 1981:

La Comisión de Agricultura del Cabildo Insular en relación con el convenio de colaboración que tiene establecido con el Instituto de Investigación Agraria (I.N.I.A.) informa que se está realizando en la isla experiencias interesantes sobre la introducción de nuevos cultivos de los cuales el Cabildo lleva a su cargo la parte de experimentación y el I.N.I.A. la de investigación.

Sobre el particular se han llevado a cabo varios ensayos entre los que cabe destacar un estudio de adaptación de arbustos resistentes a la sequía procedentes de zonas áridas de África y Australia. 

Hace cuatro meses se hicieron semilleros en bolsas de medicago arbóreo, acacia salina y diferentes tipos de atriplex. En días pasados el personal del Cabildo realizó el trasplante al terreno de asiento de La Oliva, donde se comprobará la resistencia a la sequía y la capacidad de rebrote después de cortes periódicos. 

El forraje obtenido se empleará de ración de volumen de un grupo de baifos que se encuentran en la granja experimental de Casillas del Ángel para ensayo de lactancia artificial, pretendiéndose con ello ver la apeticibilidad de dicho forraje. Con las plantas de probada adaptación al medio majorero se procederá a la obtención de semillas y posterior difusión entre los ganaderos y los agricultores.

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Una década después se seguía experimentando con esta planta invasora 

En 1991 el Cabildo saca notas de prensa como esta:

Forrajeras australianas para la cabra majorera

La Granja Experimental de Pozo Negro continúa con el programa de las plantas forrajeras impulsado hace ocho años por los técnicos del Cabildo. La implantación de este tipo de matas tendría un doble beneficio: un gran ahorro en piensos para el ganadero y el inicio de la recuperación del manto verde de Fuerteventura.

Sin embargo, es de reseñar que las acacias australianas son rechazadas  sistemáticamente por las cabras como alimento, y que están colonizando hábitat propios de plantas autóctonas, una lucha desigual para nuestras especies.

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