Ernesto Knörr Alonso nació en Vitoria en 1957 y desde una edad temprana mostró un interés y talento innato por las artes visuales. Su pasión por la escultura comenzó a florecer en 1978, cuando inició su actividad como escultor, explorando principalmente el trabajo con madera y acero para crear obras de gran expresividad y originalidad.

A lo largo de su carrera, Knörr se estableció como una figura destacada en el mundo del arte contemporáneo español. En 1982, se trasladó a Asturias, donde se dedicó a su práctica artística y realizó numerosas obras públicas que han dejado una huella duradera en el paisaje urbano de la región. Su influencia se extiende más allá de Asturias, con obras también presentes en Elche, Fuerteventura, Álava, Tarragona y otras ciudades de España.

Como escultor, Ernesto Knörr se inscribe en la tradición de los artistas que han explorado el lenguaje del hierro en el constructivismo. Se le puede considerar heredero de figuras destacadas como Julio González, Picasso, Chillida y otros, pero a la vez ha forjado su propio camino, desarrollando un estilo distintivo y una voz artística única.

Knörr es conocido por su enfoque en obras para espacios públicos, donde busca el movimiento, el equilibrio y la expresividad. Aunque a veces utiliza formas orgánicas, su trabajo se caracteriza por tensiones rítmico-espaciales y la ligereza de sus formas modulares. Su conexión con sus raíces vascas se refleja en su obra, mostrando afinidades con otros grandes artistas vascos como Eduardo Chillida y Jorge Oteiza.

La obra de Knörr ha sido objeto de numerosas exposiciones individuales y colectivas en toda España y en el extranjero. Destacan sus exposiciones en la Galería Cornión en Gijón, el museo del Parc Municipal de Elche y el Palacio Santa Inés de Granada, así como su participación en eventos internacionales como la Feria Internacional de arte de Ginebra, De Arte en Madrid y la Feria Internacional de Arte de Ámsterdam.

Knörr posee un lenguaje escultórico distintivo, marcado por cuatro características principales: equilibrio, tensión, movimiento y contraste. El equilibrio intuitivo en sus obras transmite armonía, mientras que la tensión entre los volúmenes crea una sensación de magia y energía. El movimiento aparente desafía la gravedad y otorga a sus esculturas una sensación de dinamismo, mientras que el contraste entre lo pesado y lo ligero añade una carga emocional y permite una variedad de interpretaciones.

Ernesto Knörr Alonso es un artista cuya obra trasciende fronteras y continúa inspirando a generaciones de espectadores con su creatividad, originalidad y profunda conexión con el entorno natural y cultural que lo rodea. Su legado perdurará como un testimonio de su talento y su contribución al mundo del arte contemporáneo.