Tabaco Moro

Tabaco Moro (Nicotiana glauca)

Tabaco Moro (Nicotiana glauca)

Tabaco Moro (Nicotiana glauca)

Aunque en Fuerteventura es más conocido este arbolito por “mimo” también se conoce como tabaco bobo o leñero. Este arbusto, que puede llegar hasta los 5 metros de altura, fue introducido hacia mediados del siglo XIX por los barcos que llegaban de  América del Sur  Esta planta es originaria de Argentina y Chile, y llegó mezclada con semillas de tabaco, y para uso ornamental.

El nombre de mimo con el que se conoce a esta planta en Fuerteventura, se lo debemos según se dice a una anécdota que cuenta la viajera inglesa Olivia M. Stone, que junto con su marido, recorrió las Islas Canarias:

Lo más notable de la calle principal de Puerto Cabras es la abundancia con que crece en ella un arbolillo del género del ‘Tabaco’, la Nicotiana glauca.

Entre los guijarros con que está empedrada la calle, así como a la sombra de la pared, crecía formando un bosquecillo. Se intentó cortarlo a ras del tronco o arrancarlo de cuajo, pero todo resultó inútil, así que se terminó por dejarlo crecer a placer.

Ningún otro vegetal de la clase que sea aparte de este próximo pariente del tabaco común da vida a la tórrida monotonía de la calle principal de Puerto de Cabras. Hasta los años 1867-69 –obtuve el dato cuidadosamente– el arbolito era desconocido en la isla.

Entonces, de repente y casi simultáneamente, apareció por todas partes. Al trasladarse un campesino de un pueblo a otro de la isla lo encontraba creciendo a lo largo del camino que seguía. Los vecinos del pueblo al que llegaba le preguntaban si había visto al mismo arbolillo creciendo en su pueblo y él, invariablemente, respondía, “Sí, el “mismo”. Y así ocurrió que la singularidad de la planta y lo inexplicable de su llegada a Fuerteventura, donde no se ven árboles sino apenas alguna planta de no más de unas pocas pulgadas de altura, salvo alrededor de las casas en que se dispone de agua, despertó vivamente la curiosidad de los isleños. Todos habían visto el “mismo arbolillo” en alguna otra parte de la isla, y de ahí surgió en poco tiempo su apelativo presente de “mismo”.

De tanto repetir el “mismo arbolillo”,  el “mismo”, el nombre de la planta derivó a mimo que es como se conoce en toda la isla.

Descripción:

El tabaco moro es de la familia de las Solanáceas, sus hojas lanceoladas alternas, simples y sin estípulas.

Las flores amarillas de forma tubular son hermafroditas, vistosas  y se disponen en cimas, más o menos complejas. El cáliz está formado por 5 sépalos soldados y persistentes en el fruto. La corola la forman 5 pétalos soldados. Los estambres son 5, insertos sobre el tubo de la corola. El ovario se dispone por encima del resto de las piezas de la flor, está formado por 2 carpelos soldados y presenta 2 cavidades. El fruto puede ser una baya o una cápsula.

A esta planta le gustan los terrenos áridos, en márgenes de carreteras y caminos, taludes e incluso en vaguadas.
Es una planta muy tóxica, tanto su ingesta como la inhalación puede producir náuseas, quemaduras en la boca y en el tracto intestinal, agudos vómitos, diarrea, dolor de estómago y temblor de manos por lo que en otras islas se le ha puesto el sobrenombre de “venenero”.
Las ramas gruesas del tabaco bobo, se han usado como tapume, que son las ramas o tablillas menudas que iban en las vigas de las techumbres de algunas de las casas majoreras humildes.

Nombres comunes: anabasina, tabaco bobo, venenero, bobo, tabaco moro, calentón, leñero, malguilo

Etimología:

Nicotiana: dedicado a Jean Nicot (c. 1530-1630) que introdujo el tabaco y fue embajador francés en  en la capital lusa
Glauca: del griego glaukos y del latín  glaucus de color verdeazulado

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