Puerto deportivo de Caleta de Fuste

Puerto Caleta de Fuste

Playas de el Castillo

El Puerto de Caleta de Fuste, es actualmente un puerto de uso deportivo, que se situa en la costa del municipio de Antigua, concretamente en el lugar conocido como Punta de Bajo. Se ubica en la entrada de la Caleta de Fuste o del Castillo y su boca se encuentra abierta al Sur.

El Puerto de Caleta de Fuste es, desde la llegada de los franco-normandos a principios del siglo XV, uno de los puertos más importantes de Fuerteventura. En él recalaban los barcos para el tránsito de milicias, víveres y mercancias. Es nombrado ya en los mapas de la época por el veneciano Giacomo Giroldi en 1426, y después por Torriani a finales del siglo XVI con el nombre de Caletta de Fustas. Este era uno de los lugares preferidos por Gadifer para fondear  “la barge” (la Barcaza).
Este puerto fue elegido para fondeadero de barcos y transporte de mercancías, tanto entre islas como hacia lugares más lejanos, por sus características geográficas y por sus buenas condiciones ambientales.
En el informe que hace el Alcalde Mayor de Fuerteventura D. Antonio Téllez de Silva al Capitán General de Canarias sobre puertos y fortificaciones, el 28 de Mayo de 1719, podemos leer:

“El puerto de CALETA DE FUSTES es frequentado todo el año de embarcaziones del trajín por quedar en la medianía de la isla. Es apacible y a propósito para muchos bajeles por su comodidad y porque en él se carenan se seco con las mareas. Hase una punta al mar, libre de montañas que la dominen.”

El comienzo del auge de este puerto es a partir de finales del siglo XVI y principios del XVII, cuando se intensifica el comercio interinsular, de exportación de granos. Gran parte de la producción cerealista, tanto de Antigua como del resto de la isla, se embarcaba para Tenerife primero y después para Gran Canaria, algunas expediciones se remitieron a la isla de La Palma.
También comienzan las relaciones comerciales con las islas portuguesas de Madeira, recalando las carabelas lusas en Caleta de Fustes para cargar grano. A finales del siglo XVII comienzan desde este puerto los tránsitos con América.

A pesar de ser esta zona de buena pesca, en Fuerteventura hasta finales del siglo XVIII, no existieron barcos pesqueros que tuvieran su base en el puerto de Caleta de Fuste. En 1784 se dice que solo hay un barquillo que pesque en las costas de Berbería (costa africana) y que tenga su base en Caleta de Fustes.

Las duras condiciones de vida de la isla, hicieron ya desde el siglo XVI hasta el siglo XVIII que se cerraran los puertos en los periodos de escasez, sequías y hambrunas que azotaron en varias ocasiones Fuerteventura, como queda reflejado en los acuerdos del cabildo.

Legajo 6, f. 36, 10 Febrero 1701. Villa de Betancuria.
A. Mayor, Cubas. Regidores, Tomás Cabrera, Julián Cabrera, Ginés Cabrera y Felipe Mateo. Escribano, Morales.

Se ve escrito del Personero Amaro Martínez que indica que por la esterilidad del tiempo y falta de granos se están para embarcar familias de la isla. Acordaron se cierre la saca de granos, incluso los eclesiásticos, para que no se despueble la isla y se escriba al Obispo y Cabildo Catedral para que autoricen no se extraigan, ya que de depoblarse la isla irá en perjuicio de las Rentas Decimales.
Sólo se autoriza a salir el que está embarcado en Caleta de Fustes, para evitar la pérdida de costos y fletes.
Se condena a los camelleros que bajaren granos a los puertos con 200 azotes y camellos y aparejos perdidos, y a los maestres de los barcos con 50 ducados de multa y barcos perdidos; al administrador de los quintos y guardas de los puertos con 200 ducados, quienes deberán no despachar barco con granos o sin ellos sin dar cuenta a la Justicia para que los visite. Se pregonará este acuerdo en la Villa y en Antigua.

A raiz de los ataques por parte de corsarios ingleses, acaecidos en 1740, se decide fortificar varios puntos de la isla, entre ellos el de Caleta de Fustes, Tarajalejo y Tostón. Un año después el Comandante General de Canarias incluye a Fuerteventura en los proyectos de fortificación militar. De esta manera se garantizaba la seguridad de la isla y el intercambio económico, se decretó la construcción inmediata de las torres de Caleta de Fustes y Tostón, como medida de protección. Ambas torres son obra del ingeniero D. Claudio de L´Isle, de planta circular y sección troncocónica con dos plantas, ocupaban una posición estratégica dominando grandes perspectivas abiertas.

El puerto de Caleta de Fuste fue uno de los embarcaderos principales de la producción de cal de Fuerteventura, desde sus comienzos en el siglo XVI hasta buena parte del siglo XIX, cuando la industria de la cal comenzó a decaer.  Desde aquí se embarcó la cal procedente de los hornos de la Guirra, entre otros, con destino a otras islas del archipiélago (Tenerife y Gran Canaria principalmente), coincidiendo con la construcción de grandes obras de infraestructura. También se envió cal a la península ibérica y a Madeira, aunque en menor medida.

El Puerto de Caleta de Fuste es hoy en día un moderno puerto deportivo, con multitud de servicios de ocio y restauración.

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