Las destiladeras
Antiguamente antes de consumir el agua se purificaba y se hacía apta para su consumo haciéndola pasar por la destiladera. Las destiladeras fueron un elemento principal en todas las viviendas tradicionales de las islas Canarias. Se utilizaban como filtro natural para el agua.
Su origen, según el investigador Pérez Vidal, se encuentra en el mucharabyeh, un hueco existente en las paredes de las casas árabes, utilizado para colocar vasijas de barro poroso llenas de agua para mantenerlas frescas.
Una destiladera es un mueble de forma cuadrangular hecho de obra de fábrica o de madera, con puertas de celosía para evitar que al interior lleguen los rayos del sol y permitir el paso del aire para que se refresque el agua. Consta de tres partes: una superior, donde se encontraba la piedra (o pila) de destilar de textura porosa, semiesférica y hueca para almacenar el agua bruta y destilarla; el hueco de en medio donde está el vaso y el bernegal (o talla) donde se recoge el agua destilada; y la parte inferior o base, donde se guardan frescos algunos alimentos.
Viera y Clavijo en su Diccionario de Historia Natural define la piedra de destilar como propia de cantera arenisca, de textura áspera, porosa y de un blanco pardusco. En Fuerteventura se utilizaron dunas fósiles, como las de la península de Jandía, como piedra de filtro en las destiladeras para purificar y hacer apta el agua para el consumo. Sobre la piedra, tallada en forma de cuenco, se hacía crecer una planta conocida como culantrillo (Adiantum capillus-veneris) también llamado helecho de pozo o de Montpellier,que la envolvía con sus lustrosos y negros tallos y sus hojas verdes cuneiformes.
El culantrillo es un helecho que se reproduce en lugares húmedos y frescos. Sus raíces entraban en contacto con el agua y en Canarias se decía “ el culantrillo no crece si el agua no es buena”, y “el agua no es buena hasta que no crece el culantrillo”.
El barrito que se forman en las raíces del culantrillo, se usaba como remedio para la cura de los labios, cuando por el ardor de estómago, aparecían las molestas vejiguitas en la comisura de los labios, también para enfermedades respiratorias usandose en infusiones.
El bernegal o la talla es un recipiente de barro cocido que contiene el agua que previamente se ha filtrado. Su forma es casi esférica y tiene una abertura superior con un tamaño adecuado para poder introducir un jarro con asa para recoger el agua. Se tapaba con un plato de cerámica para evitar que cayese polvo dentro, a este plato se le hacía un agujero en el centro para que el agua, que caía gota a gota filtrada y fresca, entrara en el bernegal .
Las colonias isleñas que se asentaron en América, llevaron las destiladeras hasta países como Cuba, Venezuela (donde es conocida como tinajero), Puerto Rico, República Dominicana, Perú, Chile, México … esto hizo que se generase un activo comercio de exportación de piedra de destilar, a estos países en los siglos XVIII y XIX.