La Lavandula canariensis en Fuerteventura

Matorrisco común (Lavandula Canariensis)

Fuerteventura es conocida por su singular belleza desértica, playas de arena dorada y paisajes volcánicos impresionantes. En medio de esta maravillosa isla, se encuentra la Lavandula canariensis, una planta nativa que añade una dimensión aromática y botánica única a este paraíso atlántico.

La Lavandula canariensis es parecida a su congénere: el matorrisco de Lanzarote (Lavandula pinnata) pero algo más pequeña. También se diferencia en sus hojas, pues las de la lavandula canariensis son de color verde. 

La Lavandula canariensis de Fuerteventura

La Lavandula canariensis, conocida en Fuerteventura como “Lavanda Majorera”, es una variante local de esta especie endémica. Esta lavanda es una planta adaptada a las condiciones específicas de Fuerteventura, donde el clima árido y soleado contribuye a su singular desarrollo. Crece en las laderas, barrancos y campos de lava de la isla. Es una joya botánica con una historia fascinante y propiedades únicas.

A pesar de su resistencia a la sequía, la lavanda majorera florece con una belleza fragante en medio de la aspereza del paisaje insular.

Matorrisco común (Lavandula Canariensis)

Características botánicas del matorrisco común

La Lavandula canariensis o Matorrisco común, como se le llama en Fuerteventura se ha adaptado ingeniosamente para conservar la humedad en un entorno seco y desafiante. Es un arbusto perenne altamente ramificado que puede alcanzar una altura de hasta 1,5 metros, especialmente cuando florece y sus tallos floríferos crecen de manera impresionante. 

Los tallos tienen una sección cuadrangular, y sus hojas son notables por ser compuestas y bipinnatisectas, lo que significa que están divididas dos veces. Sus lóbulos están estrechamente espaciados, son planos y tienen un aspecto pubescente. Estas hojas, de color verde oscuro, pueden variar en tamaño de 1,5 a 6 cm de largo según las condiciones climáticas y la aridez del entorno.

Las flores del matorrisco común presentan un tono violeta pálido añadiendo un toque de color a los campos de lava y matorrales de la isla. Son pequeñas y se agrupan en inflorescencias ramificadas. Estas inflorescencias forman espigas compactas y delgadas, que pueden alcanzar hasta 10 cm de longitud. 

Las flores en sí tienen una corola llamativa de color azul-lila, con un labio superior bilobulado y lóbulos inferiores trilobulados que a menudo muestran un tono rosáceo. Aunque raro, en ocasiones se pueden encontrar ejemplares con flores de color blanco. 

La época de floración de la Lavandula canariensis está entre el invierno y la primavera. 

Lo más distintivo del Matorrisco Común es su fragancia. Tanto las hojas como las flores emanan una suave fragancia con un aroma inconfundible que llena el aire de un perfume delicado y encantador.

Matorrisco común (Lavandula Canariensis)

Usos tradicionales de la lavandula canariensis

En Fuerteventura, la Lavandula canariensis ha sido parte integral de la cultura y la tradición local durante siglos. Las hojas y flores se han utilizado en la medicina tradicional para tratar problemas como el insomnio, las afecciones de la piel, lombrices intestinales, reducir la fiebre y como digestivo y estimulante para problemas estomacales. Para estos fines, se utilizan tanto las sumidades floridas como las hojas de la planta. Además, la infusión de esta planta se ha empleado para limpiar heridas y llagas.

El aroma sutil de la Lavandula canariensis ha sido apreciado en la fabricación de perfumes y aceites esenciales que capturan la esencia misma de la isla. Su fragancia única se asocia con la tranquilidad y la autenticidad de Fuerteventura, y se ha convertido en un emblema de la isla.

Conservación y Cultivo

Aunque la Lavandula canariensis es nativa de las Islas Canarias, incluyendo Fuerteventura, su conservación es esencial. Los cambios en el uso de la tierra, la urbanización y el turismo pueden amenazar su hábitat natural. Es vital continuar con los esfuerzos de conservación y promover su cultivo responsable en jardines y áreas públicas para garantizar su supervivencia y su disponibilidad para las generaciones futuras.

La Lavandula canariensis, es un tesoro botánico que enriquece el patrimonio natural y cultural de Fuerteventura. Su capacidad para prosperar en un entorno tan hostil y su fragancia inconfundible la convierten en un símbolo de la belleza y la resistencia de la isla.

Es importante recordar que muchas de estas especies endémicas están protegidas, y algunas incluso están en peligro de extinción. Por lo tanto, su recolección está estrictamente prohibida. Si bien es fascinante explorar los usos tradicionales de estas plantas, es fundamental preservar y proteger la biodiversidad única de las Islas Canarias.

Nuevas subespecies para el matorrisco común

En un reciente estudio realizado por el superintendente del Jardín Botánico de la Universidad de Cambridge, Tim Upson, y su colaboradora Susyn Andrews, una botánica del Royal Botanic Gardens de Kew, se nos presenta un fascinante análisis del género Lavandula. Este género es conocido por ser la fuente de aceites esenciales y es la primera vez en décadas que se aborda de manera tan completa.

El trabajo abarca alrededor de 40 especies, híbridos y variedades de Lavandula, todas ellas apreciadas en la industria de los aceites esenciales. Para dar vida a estas especies en las páginas del estudio, contaron con las habilidades de los ilustradores botánicos Georita Harriott, Christabel King y Joanna Langhorne, quienes capturan la belleza y singularidad de estas plantas.

Lo más destacado de este estudio es la descripción de siete nuevas subespecies de Lavandula Canariensis que se encuentran en el archipiélago canario. Cada subespecie tiene sus propias características distintivas, que van desde la cantidad y tipo de pelos en las plantas hasta la forma de las hojas y las brácteas. Por ejemplo, algunas subespecies tienen un denso pelo en las plantas, mientras que otras se distinguen por las brácteas que sobrepasan el cáliz en ciertas proporciones.

Las siete nuevas subespecies quedarían nombradas de la siguiente forma:

  • Lavandula canariensis Mill. ssp. canariae para Gran Canaria.
  • Lavandula. canariensis Mill. ssp. fuerteventurae para Fuerteventura
  • Lavandula. canariensis Mill. ssp. Mill. ssp. gomerensis para La Gomera.
  • Lavandula. canariensis Mill. ssp. hierrensis para El Hierro.
  • Lavandula. canariensis Mill. ssp. lancerottensis para Lanzarote.
  • Lavandula. canariensis Mill. ssp. palmensis para La Palma.
  • Lavandula. canariensis Mill. ssp. Tenerifeae para la isla de Tenerife.

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