La avutarda hubara

La hubara o avutarda hubara

Avutarda hubara (Chlamydotis undulata)

Fuerteventura alberga una biodiversidad única y variada que ha evolucionado en aislamiento durante siglos. 

Uno de los tesoros más destacados de esta isla es la hubara canaria, también conocida como avutarda hubara (Chlamydotis undulata), una especie emblemática que ha encontrado refugio en los paisajes áridos y desérticos de esta isla.

De las dos subespecies de Chlamydotis undulata conocidas, la Chlamydotis undulata fuertaventurae es la que se encuentra en las  Islas Canarias y, concretamente en Lanzarote, La Graciosa y Fuerteventura, donde son conocidas como avutardas.

¿Cómo es la hubara?

Con un tamaño de entre 55 y 65 cm, la hubara, tiene el honor de ser el ave más grande de las estepas canarias.

Se caracteriza por su plumaje críptico, su cuello largo y su cabeza con crestas. Las aves macho y hembra tienen diferencias sutiles en su apariencia, con los machos generalmente siendo más grandes y vistosos. Esta especie es endémica de las Islas Canarias y, específicamente, Fuerteventura alberga una población significativa de hubaras.

 La hubara se considera, el símbolo natural de la isla de Fuerteventura, conjuntamente con el cardón de Jandía.

Avutarda hubara (Chlamydotis undulata)
¿Dónde habita la hubara?

La hubara o avutarda hubara (Chlamydotis undulata) es una especie de ave adaptada a vivir en estepas y desiertos. Se encuentran desde las Islas Canarias hasta la península del Sinaí.

Como todos sabemos Fuerteventura se caracteriza por su clima árido y sus paisajes desérticos, lo que hace que la supervivencia de la hubara sea un verdadero desafío. Sin embargo, esta ave ha desarrollado adaptaciones impresionantes para sobrevivir en este entorno inhóspito. 

La hubara es un animal esquivo que ante cualquier peligro prefiere huir corriendo escondiéndose tras algún matorral. Muchas veces consigue pasar inadvertido gracias a su plumaje que le permite mezclarse perfectamente con la arena y las rocas, lo que le proporciona camuflaje contra los depredadores.

El hábitat de la hubara en Canarias consiste en llanuras y colinas pedregosas de carácter semi-desértico, llanuras costeras y arenas consolidadas. La cobertura vegetal es de tipo arbustivo, predominando las aulagas, espinos y salados. 

Tienen una alimentación variada. Comen saltamontes, escarabajos, caracoles, orugas, hormigas, pequeños lagartos, bayas, grano de cereal, lentejas y garbanzos.

Durante períodos de escasez suelen acudir a los cultivos para capturar los invertebrados que abundan en este tipo de plantaciones, por lo que resultan beneficiosas para el agricultor.

La hubara no solo es importante por su singularidad y belleza, sino que también desempeña un papel vital en el ecosistema de Fuerteventura. Como ave omnívora, su dieta incluye una variedad de plantas y pequeños invertebrados, lo que la convierte en un agente clave en la dispersión de semillas y en el control de poblaciones de insectos y roedores. Además, su presencia indica la salud general del ecosistema, ya que su desaparición podría tener efectos en cadena en la cadena alimentaria.

Importancia de su conservación 

La Chlamydotis undulata se encuentra catalogada como en peligro de extinción según el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas (CNEA), pues quedan menos de 800 ejemplares. 

Gracias al apoyo financiero del Programa Life de la Unión Europea esta especie se benefició de un proyecto de conservación desarrollado por SEO/BirdLife entre los años 2003 y 2007. Las actuaciones se desarrollaron en las ZEPA de Lanzarote, Fuerteventura y La Graciosa.

Los principales factores de amenaza para esta especie se centran en la destrucción y alteración del hábitat. La instalación de parques eólicos, campos de golf, canteras para la extracción de áridos, apertura de carreteras, urbanizaciones y complejos turísticos, suponen una reducción crítica del hábitat disponible para la hubara, además de llevar asociadas otras consecuencias negativas como una mayor presencia humana, apertura de nuevas pistas, ruido…

La caza ilegal y la colecta de huevos (tanto para el consumo como para coleccionismo) ha sido probablemente el factor responsable de la desaparición de la hubara en algunas zonas de Fuerteventura, en la actualidad es muy difícil cuantificar cual es el impacto de la caza furtiva, si bien es muy posible que su efecto haya disminuido notablemente con respecto al pasado.

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