LA AMPUYENTA

LA AMPUYENTA

LA AMPUYENTA

La Ampuyenta se encuentra a poco más de 15 kilómetros de la capital majorera. Su creación está vinculada a las ampliaciones de las rayas de vega en el  siglo XVII. Actualmente pertenece al municipio de Puerto del Rosario, pero, desde el siglo XIX hasta el primer cuarto del siglo XX, estaba dentro del municipio de Casillas del Ángel. Cuando el extinto municipio de Casillas del Ángel se agregó al de Puerto Cabras, en 1926, todos sus pagos (Tefía, Tesjuate y Llanos de la Concepción) también pasaron a ser administrados por Puerto Cabras, hoy Puerto del Rosario.

Un pequeño paseo hasta lo alto del Morro del Castillejo, nos permitirá observar una buena representación de las aves esteparias de Fuerteventura, entre las que destacan Avutarda Hubara, Ganga Ortega, Alcaraván, Terrera Marismeña, Cernícalo Común, etc. Pero, desde aquí arriba, también se ve como el pueblo de la Ampuyenta se asienta en las lindes de un ancho y fértil valle, que está protegido al Oeste, por el macizo de Betancuria, y al Este, por el Complejo montañoso de Montaña del Campo, y por otras elevaciones de menor entidad, pero igual de interesantes.

VEGA DE LA AMPUYENTA

VEGA DE LA AMPUYENTA

A pesar de que los recursos hídricos de Fuerteventura son insuficientes debido a la escasez de las precipitaciones, las altas temperaturas, el elevado número de horas de sol y a los fuertes vientos, en la Ampuyenta se han dado bien los pastos y la agricultura. Esto es debido a que la composición de los suelos es más arcillosa que en otros lugares de la isla, incrementando sustancialmente su potencial agrícola. 

La riqueza hídrica de la Ampuyenta era conocida desde la época prehispánica. Hasta estas tierras, los mahos, traían el ganado caprino para beber y pastar. De la actividad pastoril aborigen se conservan algunos vestigios arqueológicos. En la Montaña de la Rosa, al Sureste de La Ampuyenta, se localiza una estructura semicircular que tiene adosados los cimientos de otras estructuras circulares. También en la Degollada de la Culata se alzan construcciones similares, enterramientos aborígenes y grabados rupestres. Sin embargo, uno de los yacimientos arqueológicos más singulares de la Ampuyenta está sepultado bajo el asfalto de la carretera, que pasa cerca de la iglesia. En ese punto existían dos cuevas naturales que desaparecieron como consecuencia del trazado de la carretera, y en cuyo interior fueron recogidos una vasija y un esqueleto, sin que se realizaran los pertinentes estudios arqueológicos. 

La abundancia de agua y el contar con suelos aptos para la agricultura, hicieron que la Ampuyenta se postulara como uno de los enclaves predilectos para asentarse y cultivar cereal. Recordemos que la población majorera se dedicaba casi exclusivamente a la agricultura y la ganadería, y que se establecía en las tierras con mayores posibilidades. Desde mediados del siglo XVI ya se dejaba recogido, en documentos históricos, la importancia de la vega como lugar de cultivo.

1570-febrero-20. Lanzarote.

Yo, don Agustín de Herrera, conde de Lançarote y señor de Fuerteventura, del Conçejo de Su Majestad, hago merçed a vos Francisco de Morales Mateos, mi mayordomo, la cual merçed os hago de una fuente que se llama la fuente de la Tinaja (…) mando que en todo el dicho valle de la Tinaja, que se extiende desde el castillo de la Ampuyenta hasta vuestra roça, que fue de Castañas e del alcalde, que todo aquel valle ni en parte de él ninguna persona pueda hacer tierras de pan ni otros edificios ni tener ganado si no fuéseis vos, el dicho Francisco de Morales Mateos o vuestros herederos y sucesores, so pena de diez mil maravedís.

En esta merced se habla de las tierras de cultivo que se encuentran detrás del pueblo de la Ampuyenta, más o menos desde la Rosa del Taro hasta Casillas del Ángel.

En la vertiente Oeste del morro del Castillejo, en el cauce del barranco de La Noria, se localiza la Fuente de los Pocitos, un bello enclave con siete fuentes naturales donde mana el agua de forma natural. 

La Fuente de los Pocitos, La Ampuyenta

La Fuente de los Pocitos – La Ampuyenta

Todas las fuentes, que daban agua a la isla, eran compartidas por humanos y animales, pero hubo otras, quizás por tener aguas de peor calidad o por su alta salinidad, que eran destinadas solo al ganado, y en especial al porcino. Ese es el caso de las fuentes de la Ampuyenta. Dejamos un ejemplo de las disposiciones de los Acuerdos del Cabildo.

Legajo 2, f. 236, 22 Septiembre 1637. Villa de Betancuria.

(…) Habiendo mucho ganado de cerda suelto sin pastor, que bebe y daña las fuentes donde beben los demás ganados, causando enfermedades, acordaron que lo recojan so pena de 1.000 maravedíes, señalándose las fuentes de Ampuyenta y Palma para dar de beber a dicho ganado

A principios del siglo XXI, la fuente de los Pocitos, fue transformada en un paraje para el disfrute, el ocio, y el tiempo libre. Se acondicionó con barbacoas, asientos, y zonas de sombra.

La Ampuyenta ha sido desde siempre, un lugar con abundante tránsito de personas y mercancías, y por ello había que reparar los “caminos reales” cada cierto tiempo.

Legajo 4, f. 79, 20 Abril 1658. Villa de Betancuria.

Acordaron se limpien fuentes y caminos en esta manera: los vecinos de Toto, Pájara, Bárjaga y En duque limpiarán la cuesta y camino de Pájara. Los de Río de Palmas limpiarán el camino de esta Villa. Los de Triquivijate, Casillas, Ampuyenta y Maninubre su camino hasta esta Villa.

La alta productividad del cultivo de cereal, en la vega de la Ampuyenta, fue la causa para que se estableciese, a mediados del siglo XVII, uno de los pocos pósitos que tuvo Fuerteventura.

El pósito era un edificio destinado originariamente al almacenaje de cereal. Actuaban como verdaderos bancos de cereal, utilizados por los agricultores de la localidad. Facilitaban el abastecimiento de grano a la población durante las épocas de siembra y escasez. Los precios de compra-venta de grano estaban regulados, y se podían pedir préstamos, librando así a los labradores de la usura.

Además del cereal aquí se daba bien el almácigo, topónimo que lleva un barrio de la Ampuyenta. La resina de este árbol era empleada para barnizar y perfumar las casas, aliviar el aliento, fortalecer los dientes y “para dar sainete al pan antes de meterlo en el horno”.

Los nuevos núcleos poblacionales que se fueron generando a partir del siglo XVII, tuvieron que dotarse de ermitas propias, en las que cumplir los preceptos religiosos.

La prosperidad de la Ampuyenta quedó reflejada en su ermita, una de las más bellas de Fuerteventura. La ermita de San Pedro de Alcántara fue fundada el 14 de agosto de 1681, gracias a las aportaciones del matrimonio formado por D. Pedro de Medina y Dña. Agustina de Bethencourt, con licencia del obispo García Ximénez.

San Pedro de Alcántara de La Ampuyenta

A principios del siglo XIX Ampuyenta seguía manteniendo su estatus. Aquí nació en primer médico majorero, el Dr. Tomás Mena Mesa, quien donó una auténtica fortuna para que se creara un hospital. El dinero fue malgastado por sus albaceas, y el Hospital de Caridad de San Conrado y San Gaspar, nunca llegó a estar en funcionamiento como tal. En 1931, 67 años después de la muerte del Doctor Mena, se puso en funcionamiento, “el Hospitalito de la Ampuyenta”, como escuela de carácter mixto. Posteriormente pasó a manos de la iglesia que lo utilizó como casa de retiro religioso, y desde 2015, una parte está habilitada como Centro de Interpretación de las Ermitas de Fuerteventura.

La Ampuyenta fue también lugar de nacimiento de Andrés García Acosta, más conocido por Fray Andresito, personaje venerado en Chile y Uruguay, además de en Canarias.

Casa de Fray Andresito

Casa de Fray Andresito

A partir de la segunda mitad del siglo XIX, gran parte de la población de la Ampuyenta tuvo que emigrar. En esa época, de los 62 edificios que contaba el pueblo tan solo 35, permanecían habitados de manera regular, de los restantes, 19 habían sido abandonados y 9 estaban ocupados temporalmente. Esto ocasionó el abandono paulatino del campo, y su empobrecimiento. 

Hospitalito de La Ampuyenta

Hospitalito de La Ampuyenta

Actualmente la Ampuyenta es un tranquilo pueblo con lugares dignos de visitar como son la Casa del Doctor Mena, la Ermita de San Pedro de Alcántara, el Hospital de Caridad de San Gaspar y San Conrado, la Molina del Almácigo, y La casa de Fray Andresito.

Si lo que te gusta son las fiestas, entonces tienes que venir en torno al 19 de octubre, durante las fiestas de San Pedro Alcántara, y el 14 de enero, cuando se celebra la Fiesta en honor de Fray Andresito.

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