Etapa 1 de la Gran Ruta 131 – Islote de Lobos

Sendero isla de Lobos

La Gran Ruta 131 es una ruta de senderismo que recorre la isla de Fuerteventura. Ha sido diseñada para que los visitantes puedan descubrir la belleza natural y cultural de la isla a través de una experiencia única en contacto con la naturaleza.

La ruta se divide en varias etapas. La primera de ellas tiene lugar en el Islote de Lobos. Esta pequeña isla situada al norte de Fuerteventura  cuenta con una superficie de poco más de cuatro kilómetros cuadrados y fue declarada Parque Natural en 1982.

La etapa 1 de la Gran Ruta 131 es una ruta circular de una longitud aproximada de 9 kilómetros. Atraviesa el islote de sur a norte. El recorrido es de dificultad baja y se puede completar en unas 3-4 horas.

La ruta comienza en el muelle de Corralejo, desde donde tendrás que tomar un barco que te llevará hasta el Islote de Lobos. 

Para ir a Lobos puedes coger tanto un ferry como un taxi acuático

El paseo que te proponemos hoy discurre por senderos bien marcados y señalizados que atraviesan diferentes ecosistemas, desde dunas de arena y playas de aguas cristalinas hasta acantilados y zonas de vegetación autóctona.

Inicio de la etapa 1 de la Gran Ruta 131 – Islote de Lobos.

La ruta comienza en el propio embarcadero de Lobos, enclave donde llegan los barcos procedentes de Corralejo. 

Para comenzar la etapa, toma el amplio sendero, conocido como camino de los orchilleros, que verás a la izquierda del embarcadero y que se dirige hacia el norte. A poco más de un kilómetro del inicio de la ruta llegarás a la playa de la Calera, denominada también cómo de la Concha.

La playa de la Concha es, quizás, la más conocida del islote. La playa es bastante amplia. Tiene forma de herradura y está compuesta de arena fina. Sus aguas son tranquilas y cristalinas. Esta bahía se encuentra al resguardo del viento y el oleaje característico de Fuerteventura. Esto propició qué acogiera, durante siglos, un taller romano de púrpura getúlica. 

Tras un breve descanso en la playa continúa la ruta en dirección norte. A unos pocos metros de la playa de la Concha se encuentra otro de los hitos históricos de Lobos dignos de conocer: las salinas del Marrajo. 

Salinas de Marrajo
Salinas de Marrajo

A la altura de las salinas el camino se separa de la costa y se dirige hacia el interior del islote. Atravesarás zonas de arenas con una gran presencia de tabaibas dulce y aulagas.

Durante buena parte de este tramo verás, a tu izquierda, el volcán de la Caldera, el cono volcánico más característico del islote, cuya cota máxima se encuentra a 127 metros sobre el nivel del mar.

A tu derecha se localiza el llano de Los Labrantes, lugar donde se instalaron los trabajadores portugueses que construyeron el faro de Martiño, en la segunda mitad del siglo XIX. Aún quedan restos de las chozas de piedra seca.

Posteriormente, el sendero pasa entre el Morro de Las Pilas y Morro Escarchado, siempre acompañado de la vegetación xerófita característica del islote. Al pasar Morro Colorado, ya podrás vislumbrar uno de los puntos más destacados de la ruta: el faro sobre la montaña de Martiño, y un pequeño saladar a sus pies. 

Estás en el ecuador de la etapa. 

Faro de Martiño

El Faro de Martiño ofrece unas vistas panorámicas impresionantes del mar y de las costas de Fuerteventura.

Ahora toca volver al Puertito de Lobos. Para esta segunda parte de  la ruta puedes regresar por el mismo sendero que te llevó hasta el faro, o bien, y la opción que te recomendamos, tomar el camino que recorre la isla por la costa oriental.

Vuelta al Puertito de Lobos

El camino por el litoral Este, es perfecto para descubrir la rica biodiversidad del islote, que tiene su máximo exponente en los saladares. Ya has visitado el saladar a en el faro de Martiño, ahora toca descubrir el otro, más extenso, denominado Las Lagunillas.

Estos pequeños humedales de aguas salobre, son ideales para despertar el interés en los más pequeños por la naturaleza y las excursiones. Aquí se concentra un variado ecosistema que alberga más de 130 especies vegetales. Algunas de estas plantas, como la siempreviva de Lobos, son endémicas del islote. Además, si tienes suerte, puedes ver al Guincho alimentándose en el saladar. Guincho es como se denomina, en Canarias, al águila pescadora.

Un poco más adelante tendrás ocasión de ver los restos de una antigua plantación de piteras.

Piteras isla de Lobos

Recordemos que las pitas proporcionan abundantes fibras celulósicas, que una vez tratadas, dan como resultado la celulosa pura. Esta celulosa se manufactura por diversos procedimientos, obteniendo de ella la viscosa, que, estirada en hilos finísimos, se convierte en hilo de seda artificial o rayón, de gran tenacidad.

Esta planta llegó a Fuerteventura de manera intencionada, a finales del siglo XIX. Se utilizó como planta textil para obtener fibras bastas con las que hacer maromas de barcos, hamacas, alfombras, tapetes, etc.

El campo de piteras está muy cerca del Puertito de Lobos, el único núcleo habitado del islote. El Puertito está conformado por un puñado de casetas y chamizos.

Puertito de Lobos

Su encanto radica en el coqueto embarcadero, en su playa y en un pequeño chiringuito donde tomar un merecido tentempié.

La etapa 1 de la Gran Ruta 131 en el Islote de Lobos es una experiencia única que no te puedes perder si eres amante de la naturaleza y del senderismo. Aquí puedes disfrutar de un entorno natural privilegiado en el que la tranquilidad y la belleza paisajística son los principales atractivos. Además, la ruta es accesible para todo tipo de condiciones físicas, incluyendo familias con niños.


GR-131-Etapa 1: Isla de Lobos

Duración: 1 h / 1 h 30 min – Solo Ida
Recorrido: 3,5 km. – Solo Ida
Dificultad: Fácil.
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 Ruta en Pdf

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