Ermita de Nuestra Señora del Rosario (La Oliva)

Ermita de Nuestra Señora del Rosario

Ermita de Nuestra Señora del Rosario

Ermita de Nuestra Señora del Rosario

Un poco antes de llegar al pueblo de La Oliva, por la FV-10, encontramos el cruce que va en dirección a El Cotillo. A la derecha de este cruce podemos observar un gran promontorio, llamado Rosa Blanca, en el cual se haya una cruz de madera, esta cruz nos indica y nos recuerda que ese lugar albergó en su día la Ermita de Ntra. Sra. del Rosario.
La ermita fue una de las más antiguas de la isla, construida sobre el año 1600 y desapareció en la primera mitad del siglo XIX.

Las ermitas que se construían a principios del siglo XVII eran sufragadas y construidas por el pueblo, de ahí la sobriedad de la arquitectura religiosa majorera por aquel entonces. Caracterizada por ser de una sola nave y sacristía adosada, normalmente al lado de la epístola y cuyas techumbres eran a dos y tres aguas. Construidas a las afueras de los pueblos y en lugares elevados para ser vistos por todos los vecinos.
Pudo parecerse esta ermita en su construcción a la ermita de la Capellanía en la Oliva o a la de los pueblos cercanos como la de La Caridad en Tindaya o la de San Vicente Ferrer en Villaverde

La ermita de Nuestra Señora del Rosario, fue fundada en torno al año 1600 por D.Luis de León Sanabria y Cabrera y por su esposa Dña. Catalina Luzardo de León Sanabria. Personalidades que ostentaban casi todo el poder militar y económico de la época.

Luis de León Sanabria fue gobernador de Lanzarote y Fuerteventura, dedicado a las razias cristianas en busca de esclavos que asolaron las costas africanas.
En los antiguos acuerdos del cabildo, podemos encontrar algunos ejemplos de la compra venta de esclavos, así como traspasos de poderes y de tierras

1606-septiembre-13.- f.390r.

Venta que Luis de Sanabria Cabrera, capitán de infantería, v°, hace a Inés de Armas, mujer de Mateos Verde Sanabria, V, de una esclava mulata, Catalina, de 28 años, habida de buena guerra, con todas sus tachas buenas y malas, y como costal de huesos, por precio de 1.000 reales, que son en su poder, y por cuenta del alcance final que Inés de Armas y su marido le hicieron que fue de 1.354 reales,
de que les dio cuenta como tutor y administrador que fue de Inés de Armas, su cuñada, como menor, en pago de los cuales le da la esclava.- Ts.- El alférez Luis de León Cabrera, Hernán Pérez Sanabria Cabrera y el capitán Esteban Pérez, vs.- Luis de Sanabria Cabrera.

28 Legajo 1, f. 34, 22 Octubre 1607. Villa de Betancuria.

Alcalde Mayor, Luis de Senabria Cabrera. Regidores, Francisco Morales y Melchor de Armas. Escribano, Salvatierra.

Se presentó el Alférez Luis de León Senabria, Gobernador de esta isla, y dijo que da por fiador de su oficio a Francisco Pérez Cabrera, vecino de ésta, quien hallándose presente aceptó el ser tal fiador por una cantidad de 30 reales de fianza Las principales tierras de Luis Sánchez Jerez estuvieron radicadas en Llano del Palo, Fimapaire y Laderas de La Oliva, obtenidas por merced señorial

José Concepción Rodríguez cuenta la evolución de esta ermita mediante sus investigaciones en los legajos encontrados en el Archivo histórico de Las Palmas:

Como recoge un documento otorgado 34 años después por la hermanas Juana Pérez y Antonia Betancor

Decimos que por cuanto nos toca y pertenece el patronazgo de la ermita de la Madre de Dios del Rosario del lugar de la Oliva en esta isla, por haberla fundado nuestro abuelo Luis de León Sanabria Cabrera y Catalina Luzardo de León, nuestra abuela al tiempo de su fallecimiento.
En el inventario de 1656 anotan.

Una imagen de Nuestra Señora de bulto con una corona de plata, vestidos, mantos, cuadros pequeños y un Santo Domingo

En 1718 se recogen cinco cuadros y unas andas doradas de la Virgen. Cuatro años más tarde no se menciona cuatro alguno y si un rostrillo aderezado con piedras de diferente color.

En 1666 Miguel Aljebes vecino de La Oliva declara dejar hasta el edificio seis reales y a la Candelaria cuatro.

Antes de 1686 en el testamento de Francisco Núñez de la Peña, que había sido mayordomo del recinto. Manda que se anote, que con licencia del visitador Don Álvario Gil de Acevedo mando traer

Un poco de madera a la isla de Tenerife para reedificar dicha Ermita, la cual madera a la que refiero son cincuenta y tantas tijeras, todo de tea, que puesto aquí me llegó a costar 300 reales.

La pequeña ermita entró en declive a finales del siglo XVIII, pues no se habían acometido las reformas oportunas, para su mejor conservación. En septiembre de 1798 el prelado Verdugo exige que la efigie titular de la Ermita de Nuestra Señora del Rosario se traslade a la iglesia de Candelaria para celebrar allí su festividad.
La ermita desapareció en la primera mitad del siglo XIX, en 1830 son las últimas referencias a dicha ermita

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