El Tarajal (Tamarix Canariensis).

El Tarajal (Tamarix Canariensis).

Arbustos de Tarajal en los barrancos

El tarajal es un arbusto que tuvo una gran trascendencia en Fuerteventura durante muchos siglos. Las primeras referencias a los tarajales datan del siglo XV. En Le Canarien encontramos que existían grandes bosques de tarajales  en la isla.

” Y junto  a aquellos arroyos se hallan grandes boscages de arbustos que se llaman «tarajales», que producen una goma de sal hermosa y blanca; pero no es madera que se pueda emplear en algún trabajo de calidad, porque es torcida y se parece su hoja al brezo”.

Esta planta arbustiva, que podemos encontrar en la mayoría de las islas del archipiélago canario, se caracteriza por su porte árboreo que puede llegar hasta los 5 m de altura y por sus hojas muy pequeñas de unos 2 mm. Las hojas del tarajal se disponen apiñadas y son escuamiformes (forma de escama que se acoplan unas a otras). El tarajal es una planta muy ramificada, sus ramas son flexibles, de colores púrpuras o pardo-rojizos, y salen desde la base o cerca de ella.


El tarajal florece entre los meses de Mayo y Agosto. Las flores aparecen agrupadas en espigas cilíndricas de color blanco-grisáceo. Son flores pentámeras que brotan en el extremo de los tallos formando un conjunto de racimos.

Estas pequeñas flores son de color blanco tirando a bermejo. Sus pétalos son obovados y las brácteas son subuladas, de longitud igual o mayor que el cáliz. Las anteras son apiculadas y el raquis de la inflorescencia generalmente es papiloso. Da frutos en forma de cápsula piramidal.

Flor del tarajal

Esta planta de la familia de las tamaricáceas se desarrolla mejor en suelos alcalinos o muy alcalinos, pudiendo llegar a soportar terrenos salinos. Crece sobre terrenos húmedos y encharcados por aguas salobres y solo puede situarse en lugares con exposición directa al sol, por lo que es uno de los pocos arbustos que se desarrollan bien en Fuerteventura.

Junto con las palmeras son, prácticamente, los  únicos representantes arbóreos de la flora de Fuerteventura. Encontramos tarajales en el fondo de los valles, bordes de antiguas gavías, llanos costeros, playas y en los cauces de los barrancos como los  barrancos de Antigua, Barranco del Valle, Barranco de la Pared, barrancos de Ajuy a Betancuria, y barrancos que desembocan en Ginginamar, Tarajalejo, La Lajita y Gran Tarajal. En los barrancos el tarajal entra en contacto con el mato moro (especie típica de los saladares), formando la comunidad  (Suaedo verae-Tamaricetum canariensis), que se ve favorecida por la presencia de agua salobre en superficie o a poca profundidad.

En la actualidad la población de tarajales de Fuerteventura es notablemente inferior a la que existía cuando llegaron a ella los conquistadores normandos en el año 1402. Gran parte de culpa de la desaparición de la cubierta vegetal majorera la tiene la cabaña ganadera, pero no puede considerarse el único agente responsable, la explotación de los recursos arbóreos por parte de la población que los utilizó para fabricar aperos y como combustible, la industria de cal que necesitó grandes cantidades de combustible para mantener en funcionamiento los hornos y que utilizó aulagas, chaparros, tabaibas, acebuches, tarajales… son también responsables de la desaparición de gran parte de la masa forestal de la isla.

En el pasado la desaparición de los escasos recursos forestales de Fuerteventura fue tan preocupante que ya en el siglo XV fue necesario importar madera de las islas de Tenerife y Gran Canaria porque apenas quedaban árboles en la isla. En numerosas ocasiones se tuvo que tomar la determinación por parte del Cabildo de prohibir cortar los tarajales y otros arbustos, si no es para aperos de labranza, orejeras de yuntas y palillos para telares. También se hizo necesario poner guardas a las matas de tarajal para evitar que las cortaran porque los bosques estaban muy explotados.

En los Acuerdos del Cabildo de Fuerteventura quedan reflejados los problemas que existían en la isla por la falta de madera:

En el año de1644
“Por cuanto los vecinos de esta isla destrozan los árboles de tarajales y aceitunos que hay en ella, mandaron que nadie ose de aquí en adelante cortar aceitunos ni palillos en las matas, pena de diez ducados y veinte días de cárcel. Se da comisión a Baltasar Dumpiérrez para que averigüe qué personas han cortado árboles de la isla y en particular un aceituno que está cortado arriba de Toto.”

1 de Septiembre de 1700
«Acordaron que nadie corte madera de las matas de la isla, exceptuando el gasto de la labranza, orejeras, telares, travesaños y cuñas. Esta prohibición será por 6 años por estar muy destruidas las matas.»

2 de Octubre de 1724
«Estando destrozadas las matas de tarajales, único remedio que hay para los aperos, pues se hacen de ellas palillos y maderas para vender, embarcándose alguna para Lanzarote, acordaron que nadie ose cortar madera, salvo las orejeras y demás aperos de labranza, sin licencia de la Justicia» .

Etimología:
Tamarix: parece ser que es de procedencia  romana y se cree derivado del río Tamaris de la provincia Tarraconense en cuyas orillas crecían estos arbustos. Aunque también podría ser que la palabra Tamarix provenga del hebreo tamar (datilera).
Canariensis: del archipiélago canario, en su sentido más amplio, aunque la especie tiene una más amplia distribución.

Nombres comunes: Taraje, Tarajasl, Tarajal, Tarahal, Batarhal, Tarafalz, Atarfe, Tamarisco, Tamariz, Taraga, Taray, Taraje

Entidades poblacionales y lugares con Tarajal: Gran Tarajal, Tarajalejo,Tarajal de Sancho,Tarajalito de la Mata, Valtarajal (la actual Villa de Betancuria), Morro del Tarajalito

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