Guincho es como llamamos tradicionalmente, en canarias, al águila pescadora.
El curioso nombre de guincho proviene del portugués. Fue introducido, en Canarias, en la primera mitad del siglo XV por los pescadores portugueses que recalaban en la isla de Lanzarote provenientes de Cabo Verde. El criollo caboverdiano llamaba guintxu a esta ave, por el chirrido que emiten en época de cría. La palabra se adaptó al particular castellano que se habla en nuestras islas.
Ahora bien, al águila pescadora se le denominó antes que guincho: mugeiro o mujeiro (que pesca muges o mugiles).
Los mugiles son las lisas comunes.
Entre las curiosidades que te podemos contar de la toponimia de Canarias y que está estrechamente relacionada con los mugiles se encuentran los nombres de Playa Mujeres y Punta Mujeres. El origen de estos dos topónimos nada tienen que ver con “mujeres”. Los portugueses denominaron a esta zona Playa y Punta Mugeiros por la cantidad de lisas que se podían pescar en la zona. El tiempo transformó mujeiros en mujeres.
Pero…, no nos desviemos del tema de hoy. Sigamos con el águila pescadora.
El águila pescadora.
El águila pescadora (Pandion haliaetus) es un ave rapaz que se extiende por todo el mundo incluyendo las Islas Canarias. Aunque no es un ave endémica de las islas, es una especie importante para el ecosistema marino del archipiélago. Está protegida y habita en las zonas de acantilados costeros.
El águila pescadora es un ave de mediano tamaño. Su envergadura alar puede alcanzar los 2 metros y su peso los 2,5 kg.
El plumaje del águila pescadora es de color marrón oscuro en la parte superior y blanco con un moteado variable en el pecho. La cabeza presenta colores blanquecinos. Ese es uno de los distintivos más característicos de este ave. Las hembras de águila pescadora suelen mostrar un collar de estrías bien marcado en el pecho.
El píleo (parte superior de la cabeza de las aves) es blanco, y tras el ojo aparece una lista ocular, a modo de máscara, que recorre parte del cuello.
Las patas del águila pescadora son grandes y afiladas con garras curvas, lo que le permite agarrar con firmeza a sus presas.
En vuelo muestran una silueta característica, con una cola corta y alas relativamente estrechas.
Vista desde abajo, el cuerpo y las partes anteriores del ala que son blancas, contrastan con las franjas oscuras que recorren las plumas de vuelo. La cola muestra una sucesión de barras oscuras.
Los machos son más pequeños que las hembras.
La principal fuente de alimentación del águila pescadora en Fuerteventura son los peces que puede capturar en el mar. También se alimenta de otros animales acuáticos, como cangrejos, tortugas y aves acuáticas. En otras islas del archipiélago Canario, en especial donde hay embalses, el guincho también se alimenta de peces de agua dulce como carpas y percas.
Las águilas pescadoras tienen un sistema digestivo tan eficiente que les permite digerir las espinas de los peces que capturan.
A menudo se les puede ver en vuelo sobre el agua, buscando su presa desde el aire, o posados en una repisa esperando su oportunidad de cazar.
Esta especie puede detectar la presencia de peces en el agua desde grandes distancias. Cuando localiza un pez, se dejan caer en picado, extendiendo sus patas hacia adelante para atrapar al pez con sus afiladas garras. Luego, el águila pescadora regresa a su nido o a una repisa cercana para devorar su presa.
Otras de las singularidades del águila pescadora es que mientras busca su alimento puede cernirse, (quedarse en un punto fijo en el aire) con profundos aleteos.
En Canarias, el águila pescadora se reproduce en los acantilados costeros. Ubica sus nidos en salientes, repisas o pitones de acantilados de difícil acceso. Construye grandes y voluminosos nidos con ramas y ramitas, que son visibles a grandes distancias.
A veces, esta rapaz utiliza nidos abandonados de cuervos canarios como base para hacer el suyo.
En cuanto al celo, el guincho no tiene un ciclo estral o de celo como los mamíferos. En cambio, la reproducción está controlada por factores ambientales, como la disponibilidad de alimento y la duración del día. La mayoría de las parejas se aparean una vez al año, pero en algunas áreas con climas cálidos y abundante alimento, pueden tener dos camadas por temporada.
La reproducción del águila pescadora comienza con la llegada de las aves adultas a su lugar de cría, generalmente en primavera. Esta especie es monógama. Solo se reproduce con su pareja con la que se reencuentra, cada año, en su área de cría.
Durante el cortejo, las parejas de águila pescadora realizan exhibiciones aéreas, como vuelos en círculo y entregas de comida, para fortalecer su vínculo.
La hembra pone de 1 a 3 huevos. Tanto el macho como la hembra se turnan para incubar los huevos, que tardan aproximadamente 5 semanas en eclosionar. Una vez que los huevos eclosionan, ambos progenitores alimentan a los polluelos con peces capturados en aguas cercanas.
Los polluelos de águila pescadora comienzan a volar alrededor de las 8 semanas de edad y se independizan de sus padres después de aproximadamente 10-12 semanas.
Esta rapaz tiene una esperanza de vida de hasta 30 años en la naturaleza.
La mayoría de las águilas pescadoras son migratorias. Vuelan hacia sus lugares de invernada, una vez terminada la reproducción anual. Sin embargo, no todos los ejemplares migran. En latitudes más meridionales (golfo de California, Florida, islas y costas continentales mediterráneas, mar Rojo, islas Canarias, islas de Cabo Verde, etc.) las poblaciones de águilas pescadora se hacen sedentarias si bien los juveniles pueden realizar dispersiones de largo recorrido.
El águila pescadora es una especie muy vulnerable a la contaminación ambiental y a la degradación del hábitat causado por la actividad humana. Las principales amenazas para la especie en las Islas Canarias incluyen la degradación de su hábitat, la contaminación del agua y la perturbación humana en las áreas de reproducción.
Para proteger a la especie en las Islas Canarias, se han implementado medidas de conservación y programas de seguimiento. Los esfuerzos de conservación incluyen la protección de las áreas de reproducción, la promoción de prácticas de pesca sostenible y la reducción de la contaminación ambiental. Estos esfuerzos han ayudado a aumentar la población de águila pescadora en las Islas Canarias en los últimos años.
En otras partes del mundo las águilas pescadoras han sido utilizadas en la cetrería durante siglos debido a su habilidad para cazar peces. En algunas culturas son consideradas como animales sagrados y se les atribuyen poderes curativos. Esto hizo que antaño se le sometiera a una intensa presión.