
Los carnavales de Puerto del Rosario son uno de los eventos más esperados de toda la isla. Cada año, a finales de febrero o principios de marzo, la ciudad se llena de música, disfraces y alegría durante varios días.
El carnaval de Puerto del Rosario es un evento para todas las edades, y orígenes. Las familias disfrutan de las actividades en las calles y plazas, mientras que los jóvenes bailan y cantan hasta el amanecer.
El carnaval de Puerto del Rosario también es una oportunidad para descubrir la cultura y la historia de la isla.
A pesar de su popularidad, el carnaval de Puerto del Rosario se mantiene fiel a sus raíces y sigue siendo un evento auténtico y tradicional. La música y los disfraces son un reflejo de la cultura canaria y de sus tradiciones, y el carnaval es una oportunidad para celebrar la vida y la alegría.
El carnaval capitalino es conocido por su colorido y su variedad de actividades. Hay desfiles de disfraces, conciertos, baile, y una gran cantidad de eventos en las calles y plazas de la ciudad. Además, una de las principales atracciones es la elección de la reina del carnaval, que se realiza durante un espectáculo en vivo en el que participan jóvenes de toda la isla.
Ahora bien, hay dos actividades que son las más esperadas del carnaval capitalino, nos referimos a La regata de Achipencos y la Carrera de Arretrancos.
De la regata de Achipencos ya hablamos en otra ocasión. Hoy toca los Arretrancos.
La carrera de Arretrancos
Los Arretrancos son artilugios rodantes de vivos colores. Están fabricados artesanalmente y compiten, entre ellos, en una desternillante carrera por las calles de mayor pendiente de Puerto del Rosario.

Los Arretrancos ruedan gracias a la inclinación de las calles y al ingenio de sus constructores, por ello es imprescindible que tengan algún sistema de dirección, además de dispositivo de frenado. Así evitan cualquier lesión a los propios participantes y a los espectadores.
Para que la velocidad de los Arretrancos sea lo más “natural” posible, no está permitido la utilización de cualquier elemento de tracción o propulsión mecánica, eléctrica o de combustión. A pesar de ello llegan a coger grandes velocidades. Todo ese impulso se verá frenado al final de cada tramo con un sistema de retención artificial y acolchado. Aunque los pilotos de arretrancos no suelen sufrir graves accidentes es obligatorio el uso de guantes, rodilleras, coderas, casco, etc. Además de ir disfrazados, claro.

Para celebrar la carrera de Arretrancos, el ayuntamiento capitalino cierra, al tráfico rodado las calles por las que los estos artilugios competirán. Este año será por las calles León y Castillo, Virgen del Rosario y Teófilo Martínez Escobar.
Las personas que vienen a ver la carrera de Arretancos recorren las calles. El objetivo principal de este deambular sin rumbo fijo, calle arriba calle abajo, es ver el diseño del arretranco intacto. También se afanan en buscar al amigo, al familiar o al conocido que se ha metido en esta alocada aventura de ser constructor y piloto de Arretranco.

El punto donde más se concentran los espectadores es en las zonas finales de cada tramo. Todos están a la espera de si el Arretranco y sus pilotos llegan a la meta de una sola pieza.
Arretranco es la derivación de arritranco, una palabra llegada de Cuba a finales del siglo XIX. Pérez Galdós la definió como “cosa vieja o inútil”. Con los años su significado ha sido ampliado. Ahora sirve también para definir a una persona poco importante, inútil, o despreciable. También a la mujer inmoral o de costumbres disolutas.

Como curiosidad comentar que, podremos ver, solo en el ambiente carnavalero, la palabra arretranco escrita también con K (Arretranko). Esto se debe a que hubo en Lanzarote, desde 1974, una murga masculina: “Los Arretrankos”, con su versión femenina “Las Arretrankas”. La costumbre de ver escrito arretranko con k, durante tantas décadas, ha originado cierta confusión incluso en las instituciones majoreras, que escriben arretranco tanto con K como con C.