ALJIBES DEL VENENO Y REDONDO

ALJIBES DEL VENENO Y REDONDO

ALJIBES DEL VENENO Y REDONDO
ALJIBES DEL VENENO Y REDONDO

Hoy nuestro paseo nos lleva a visitar los aljibes del Veneno y Redondo, situados en la zona conocida como la Orilla.

La Orilla es una llanura que se encuentra entre el Pueblo de la Oliva y la Rosa de los Negrines. Este terreno estuvo dedicado fundamentalmente a la agricultura y a la ganadería caprina. Su nombre de la Orilla, o mejor dicho Orilla del malpaís, se debe a que linda con los malpaises de Montaña de la Arena.

Por la baja pluviometría de Fuerteventura, el agua es un bien escaso, uno de los mayores tesoros que tenemos en nuestra isla. Los majoreros desde hace siglos han construido diferentes elementos para retener y conservar las aguas subterráneas y de lluvia, como son las maretas, las gavias, los pozos, los aljibes, las alcogidas…. 

Hoy en día la mayoría de estos sistemas de retención de agua están en desuso. No obstante, por suerte, quedan algunos e incluso otros se han restaurado.

Los aljibes en Fuerteventura se excavaron en el terreno con medios artesanales y muy rudimentarios. Llegaban a tener una profundidad de 5 a 8 metros. Muchas de las casas majoreras tenían su propio aljibe, otros eran administrados en régimen de copropiedad entre varios vecinos. También se construyeron aljibes de propiedad municipal, siendo estos, normalmente, los de mayor capacidad. 

Los aljibes pequeños suelen estar techados y se encuentran por lo general en el patio. Buenos ejemplos los podemos ver en la casa del Doctor Mena y en el ecomuseo de la Alcogida

Los aljibes grandes no se llegaron a techar, con la consiguiente pérdida de agua por la evaporación. Entre estos aljibes destacamos el de la Casa de Los Coroneles, de Joaquina, de los Bellos, de Luis Vera, del Veneno, Redondo…

Aljibe del Veneno y Redondo

Los aljibes del Veneno y Redondo son de propiedad municipal, construidos para suministrar agua al pueblo de La Oliva, especialmente en los periodos de escasez.

El conjunto consta de dos aljibes, una casa donde se filtraba el agua y un depósito subterráneo.

El Aljibe Redondo es una estructura cubierta de planta circular, de 20 metros de diámetro y de unos 10 metros de profundidad. Rodeado de anchos muros de mampostería de piedra del lugar, y una mareta de menor tamaño. 

ALJIBE REDONDO
ALJIBE REDONDO

 

Un molino de viento ya desaparecido, extraía el agua de los aljibes, elevándola hasta el edificio adyacente. El inmueble acogía un sistema de decantadores que filtraba el agua. De aquí se surtía el agua a los vecinos, a través del caño que se abría mediante la apertura de la llave de paso, que conectaba con los decantadores.

Hasta el lugar se acercaban los vecinos del pueblo, por lo general al medio día, para coger el agua en barricas, garrafones de cristal, latas, cacharros y baños, pudiéndose llevar una determinada cantidad de agua, dependiendo  del número de miembros de cada familia. Se pagaba un módico precio, según se llenara el recipiente.

 

Sistema de decantadores
Sistema de decantadores

El aljibe del Veneno es el más antiguo de los dos, tiene sus orígenes en el siglo XVIII. Su nombre hace alusión, según cuenta el historiador Carlos Vera, a un hecho que sucedió en este mismo lugar. Las costas majoreras durante siglos han estado constantemente asediadas por ataques de piratas y corsarios, recordemos los ataques del corsario Arráez Xabán en el siglo XVI, o los que tuvieron lugar en el siglo XVIII en Tuineje, conocidos como la Batalla de Tamasite. Pero sin lugar a dudas hubo muchos más. En uno de estos intentos de robo y pillaje unos piratas aprovechando que el Puerto del Tostón estaba sin protección, desembarcaron y se dirigieron a La Oliva. El Coronel de la época, alertado de la situación y sabedor de que el primer punto de abastecimiento era este depósito, ordenó verter veneno en el agua con la esperanza de que bebieran los corsarios. Así ocurrió, dándose muerte a todos los invasores y quedando ese nombre para el resto de la historia.

En la época franquista y tras la visita de Franco a Fuerteventura, se aprobaron varias partidas de dinero destinadas a las mejoras y saneamientos de aguas potables, una subvención de 400.000 pesetas (2.404 €) dadas por la Dirección General de Regiones Devastadas fueron a parar a la Oliva, con el objeto de remodelar estos aljibes. Las obras, llevadas a cabo por la empresa Entrecanales, consistieron en la instalación de un molino, la colocación del filtro para el agua, y el techado del aljibe Redondo.

Con la llegada de las primeras potabilizadoras industriales  en la década de los 60 del pasado siglo, estos rudimentarios aljibes se dejaron de utilizar. Hoy en día los aljibes del Veneno y Redondo tras una intensa restauración vuelven a tener buen aspecto.

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