La tarabilla canaria (Saxicola dacotiae)

La tarabilla canaria (Saxicola dacotiae)

La tarabilla canaria (Saxicola dacotiae)

La tarabilla canaria también llamada caldereta es un ave endémica de Fuerteventura, que está catalogada como especie En Peligro  y como Vulnerable a la alteración o destrucción de su hábitat en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas.
Esta pequeña ave paseriforme de unos 10 cm de altura y cuya envergadura alar es de aproximadamente 15 cm, tiene un claro dimorfismo sexual (clara diferenciación visual entre el macho y la hembra).

 La hembra es de tonos pardos en su dorso y cabeza, con sus partes centrales blanquecinas, mientras que los machos presentan un color pardusco por el dorso, tienen la cabeza  negra y en el pecho destaca una mancha rojiza que se difumina en el bajo vientre.

Este ave insectívora le gusta las áreas terroso-pedregosas y barrancos con una gran cobertura de matorral de porte medio, con laderas empinadas, que es donde más cantidad de invertebrados existen , además ofrecen lugares para ubicar sus nidos construidos exclusivamente por la hembra y contando con abundantes posaderos altos,  desde donde está al acecho de los artrópodos de los que se alimenta, por lo que evita las localidades más bajas.

La tarabilla canaria (Saxicola dacotiae)

Las tarabillas canarias depredan fundamentalmente  pequeños invertebrados que cazan al vuelo, escarbando en la tierra o lanzandose sobre ellos desde los posaderos, pero pueden consumir también frutos.

Como potenciales depredadores de individuos adultos y pollos volantones habría que mencionar al Alcaudón real, al cernícalo común, y podría formar parte de la dieta del busardo ratonero (Buteo buteo), o incluso de la lechuza común (Tyto alba).

Los adultos de esta especie son  muy sedentaria durante todo el año. Ubican sus nidos en el suelo, debajo de rocas y arbustos, o también, en el interior de grietas en muros, por lo que los principales factores de amenaza a la alteración y destrucción de hábitats, son la depredación de nidos por mamíferos introducidos como gatos y ratas  y al sobrepastoreo  caprino.

En la revisión de las Áreas Importantes para las Aves en España publicada por la SEO/Birdlife (Viada, 1998) se identifican nueve áreas importantes para la tarabilla canaria (EBAs). De estas nueve áreas sólo cinco cuentan con un régimen de protección para las aves. Las áreas incluidas en las ZEPAs de Fuerteventura son: el macizo de Pozo Negro-Vigán, la península de Jandía, el barranco de Ajuí-Betancuria, el barranco de los Molinos-llano de la Laguna y el morro Tabaiba-morro de los Rincones-Vallebrón.

Esta especie es un endemismo canario que en la actualidad solo habita la isla de Fuerteventura cuyo tamaño poblacional de Tarabilla canaria es algo más de 20.000 individuos, según nos cuenta Alexandra Kouri en su tesis de maestría, aunque se conoce su presencia histórica en los islotes de Montaña Clara y Alegranza, pero que se debieron extinguir antes de mediados del siglo XX.

Los hábitos reproductores de la tarabilla canaria:
Las tarabillas son capaces de ajustar su fenología reproductora a la dinámica de las  lluvias y a la disponibilidad de alimento, pudienzo hacer 1 puesta o 2 puestas en el mismo año, esta 2ª puesta suele ser  una “puesta de sustitución” en el que las tarabillas hacen esta segunda puesta en el caso de perdida de el primero, por cuestiones de depredación de huevos o pollos y por factóres climatológicos como pueden ser los fuertes aguaceros que inunde el nido o se enfríen los huevos y/o pollos.

La época reproductora comienza con las primeras lluvias otoñales e invernales en donde los machos  empiezan a cantar y a defender con mayor agresividad los límites del territorio, actividad de defensa en la que también participan las hembras, llegando a expulsar del territorio a otras especies insectívoras como el bisbita caminero (Anthus berthelotii), e incluso migrantes e invernantes como el colirrojo tizón (Phoenicurus ochruros).

La construcción del nido recae exclusivamente en la hembra, los machos entran al interior del nido durante la fase de construcción en contadas ocasiones, pero en ningún caso participan con aporte de material alguno. La base del nido está construido con palos pequeños de arbustos entrelazados, tapizado por pelos de cabra u oveja y, en ocasiones, por alguna pluma.

La puesta puede comenzar en diciembre, y la última puesta puede ocurrir a principios de marzo poniendo entre 2-5 huevos aunque la mayor frecuencias de las puestas es de entre 3-5 huevos, que incuba exclusivamente la hembra, durante 13 y 18 días, los pollos permanecen en el nido entre 14 y 20 días, que son cebados fuera del nido por ambos progenitores durante un mes aproximadamente, estas aves pueden vivir unos cinco años.

Para identificar a la tarabilla por sus sonidos devemos fijarnos en un chasquido seco “tak” o “chak” que usa como sonido de contacto. Como llamada de alarma, aparte del tak-chak emiten un silbido que podría asemejarse a “seit” o “suit”. Los cantos territoriales son producidos exclusivamente por los machos. Éstos se inician tras las lluvias otoñales-invernales las cuales dan lugar al inicio de la estación reproductora.

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